El Patronato del Palmeral de Elx se reunió el pasado 20 de junio de 2017 y, bajo la presidencia del conseller Vicent Marzà, aprobó el borrador de la nueva Ley del Palmeral, que sustituirá a la que ha estado vigente desde 1986.

Ya se ha dicho, en multitud de ocasiones, que la actualización de la ley era necesaria. Las insuficiencias de su normativa, los problemas de gestión en sus órganos de gobierno, el poco interés que, en València capital, se ha tenido por algo que está a 200 kilómetros de allí y, especialmente, el hecho de que, en el año 2000, se declarara Patrimonio de la Humanidad nuestro Palmeral con todo lo que ello significa, en cuanto a nuevos usos y normativa a aplicar, debió obligar, mucho antes, a que desde la Generalitat se plantease una actualización de dicha ley. Sólo ahora, 17 años después de ser Patrimonio de la Humanidad, se ha decidido hacer una ley adaptada a las nuevas necesidades y realidades que el palmeral demanda.

Lo que resulta llamativo es que, ante una oportunidad histórica como ésta, en la que va a actualizarse una ley, que sólo afecta a nuestro municipio, y que trata de proteger y salvaguardar uno de los dos Patrimonios de la Humanidad que tiene Elx, tanto la Generalitat como el propio Ayuntamiento hayan desaprovechado la ocasión para promover un gran debate ciudadano sobre cómo vemos la realidad del Palmeral, cómo nos gustaría que se legislara para protegerlo y mejorarlo y, ante todo, a qué nivel de compromisos reales se obligan las administraciones responsables para garantizar su mejor estado.

Tanto oír hablar de participación ciudadana, transparencia y de que la voz de la ciudadanía llegue a las instituciones y, a las primeras de cambio, ante un tema tan importante como el futuro del Palmeral, nos encontramos con esto. ¿Cómo se ha redactado el borrador de la ley? ¿Quién ha participado del mismo? ¿Qué aportaciones se han hecho, caso de haberlas?

El Patronato aprobó el documento el día 20 de junio, y se colgó de la web del Ayuntamiento el día 23. A partir de ese día pudo enterarse la ciudadanía de la propuesta que había y que ya había sido aprobada por su órgano gestor. La página web no especificaba plazo para la presentación de propuestas alternativas o complementarias. La sorpresa aparece, como bien ha especificado Susi Gómez, presidenta de Volem Palmerar, en INFORMACIÓN el pasado 7-10-2017, cuando a requerimiento de ésta, y con fecha del 4 de agosto, el secretario de la Junta Gestora informa de que el borrador de la ley ya se había remitido a València el 4 de julio.

O sea, que el borrador de la ley ha estado expuesto al público siete días hábiles y dos fines de semana. No parece mucho. Poco más y lo declaran secreto de Estado. Para aprobar una simple ordenanza fiscal se requiere más plazo. ¿Por qué el Ayuntamiento de Elx no impulsó, antes de que lo aprobara el Patronato, una campaña institucional para fomentar la participación ciudadana, en tema tan sensible, con su propuesta de modificación de ley que se estaba preparando para recoger aportaciones? ¿No cree que, con ello, se podría haber motivado mayor sensibilización por el Palmeral y hacer partícipes a más gente en su problemática? ¿Le parece adecuado colgar el documento en la web el día 23 de junio, sin especificar plazos de inicio ni de finalización de la exposición pública y que el día 4 de julio ya se remita a València? Son preguntas que no se esperaba tener que hacer en un Ayuntamiento y una Conselleria como los actuales.

Aún se está a tiempo de corregir errores. El proyecto de ley no ha sido aprobado por el Consell ni remitido a las Cortes Valencianas. Tal vez la información que llegó a València no era toda la necesaria. Ante la importancia del tema, se podría aprovechar la cercanía del aniversario de la declaración como Patrimonio del Palmeral para facilitar ese debate ciudadano que debió haber y no hubo.

Es una lástima que una nueva ley, que es necesaria y que incorpora muchas cuestiones pendientes, deje demasiado abiertas otras que pueden afectar muy negativamente al Palmeral ilicitano, especialmente aquellas relacionadas con nuevas construcciones o usos en los huertos urbanos. Ser Patrimonio de la Humanidad debe primar sobre cualquier otro interés y cuanto más explícito y claro quede, mejor. El texto legal propuesto no debería aprobarse como está, tiene muchas cuestiones mejorables. Y, ante todo, tiene un déficit importante: no se ha promovido la participación ciudadana ilicitana en su elaboración.