Según su propio creador, el profesor de psicología Gary Solomon, la cine-terapia se define como «una forma de terapia o autoayuda que utiliza películas y vídeos, como herramientas terapéuticas. La cine-terapia puede ser un catalizador para la curación y el crecimiento de aquellos que están abiertos a aprender cómo las películas afectan a las personas, y a visionarlas con conciencia, desarrollando la intuición, la inspiración, la liberación emocional o el alivio». Efectivamente, la cine-terapia puede provocar la liberación emocional, la evocación de ciertos sentimientos o la catarsis. Se ha empleado exitosamente en la rehabilitación de reclusos, logrando modificar sus pensamientos, sus sentimientos y su capacidad para manejar acontecimientos vitales. Lo recomendable, para potenciar sus efectos es que, tras el visionado, se desarrollen ciertas preguntas: «¿Qué personajes de la película te parecieron más atractivos y cuáles menos?», «¿A cuál de ellos te gustaría parecerte?».Filmes como Living Las Vegas (1995), se han empleado para reflexionar sobre el alcoholismo, el suicidio o el despido del puesto de trabajo. Otros como Thelma & Louise (1991), para analizar la venganza y el autoconocimiento?Según el Dr. Alan Maryon-Davis, «la risa es la mejor medicina y tenemos la intención de administrarla a través del cine». Siguiendo este principio, la organización benéfica inglesa MediCinema proyecta filmes en hospitales para pacientes, cuidadores y miembros de la familia durante la estancia hospitalaria. Por su parte, el Instituto de Chicago para la Imagen en Movimiento (CIMI) utiliza la creación de películas como una práctica terapéutica para individuos con depresión, amnesia, esquizofrenia y otras enfermedades psiquiátricas. Escribir, producir y dirigir películas proporciona a sujetos con enfermedades psicológicas disciplina, capacidad de organización y coordinación con otras personas, según el director ejecutivo de CIMI, Joshua Flanders. En nuestro país, es el psicólogo social Julio César Montalvo quien le ha dado desarrollo y aplicación a esta técnica para trabajar problemáticas tales como las conductas adictivas o el Alzheimer. En sus propias palabras, «el objetivo principal de la cine-terapia es la modificación de conductas disruptivas y el direccionamiento hacia nuevos estados mentales que recuperen los estados emocionales virtuosos del sujeto, que potencien su autoconocimiento y contribuyan a desarrollar hábitos, habilidades y conductas, orientadas al sano desarrollo psico-emocional del individuo».Sus posibilidades realmente son enormes. De hecho, en algún sentido, cuando entramos en una sala de cine, todos buscamos esa conmoción emocional, ese efecto catártico, ese evadirnos para reencontrarnos en algún punto de la historia.