He presenciado, no sin profunda emoción, cómo las niñas y los niños de Rojales entraban al nuevo colegio. Así se ha cumplido lo que este pueblo necesitaba en materia educativa; es decir, que tuvieran un colegio acorde a las necesidades educativas modernas.

Hace algún tiempo, en otro artículo, se ponía como «chupa de dómine» al presidente del Consell de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, al cual se le achacaban todos los males y se le acusaba de venir a Rojales en un «tour» para hacer promesas que tal vez no se cumplieran porque ¡claro! estábamos en época de elecciones.

Pero lo que se olvidaba en ese artículo al cual hago referencia es la cantidad de veces que se pusieron «primeras piedras», las veces que a este pueblo se le engañó cuando nos decían que el colegio se iba a hacer de inmediato, las veces que el señor alcalde del PP nos decía la frase que, como un mantra, repetía de manera impenitente. No sé si la recordarán, pero era esta: «Hechos, no palabras».

Pues para ser una frase tan grandilocuente nunca se llegó a concretar. Los hechos nunca se llevaron a cabo. Qué casualidad que para que el colegio se hiciera ha tenido que gobernar un partido, el PSOE, que sin ninguna «primera piedra» y sin ninguna mentira ha conseguido levantar el magnífico colegio que hoy se ha puesto en marcha, a pesar de que la tercera fase todavía no está iniciada, pero su inicio es inminente.

Es evidente que para gobernar hay que saber priorizar y poner por delante los asuntos más importantes que los circuitos de carreras de coches, los paseos en «Ferrari» o Ciudades de la Luz y tantos otros asuntos que solo sirven para la imagen y el postureo, olvidando lo que realmente vale la pena, como, en este caso, la educación de nuestros hijos y nietos.

Para una persona tan «refranera» como la que escribió este artículo, con fecha 6 de agosto de dos mil dieciséis, y haciendo referencia a «hechos, no palabras», le digo el siguiente refrán: «Obras son amores y no buenas razones». Espero que sepa el porqué. Deseo que, como se dice en el artículo citado, el señor que lo escribe y lo firma invite al señor Ximo Puig a venir a Rojales a inaugurar el colegio, no ya en el curso 2016-2017, sino cuando la tercera fase esté terminada, que ya será «con obra».

El artículo finaliza con un reproche «a algunos cargos políticos y representativos que tan defensores a ultranza fueron de una causa que todos compartimos pero que, de la noche a la mañana, parece que se han marchitado?» y acaba «igual por la sequía estival». Como este pueblo habrá podido comprobar, no ha habido «sequía estival». El colegio es una hermosa realidad que no se ha marchitado. Está viva.