Una pésima segunda parte -sin juego, ni carácter, ni ambición- prolongó anoche el mal momento de este Hércules que ha dejado escapar ya nueve de los 15 puntos en juego en la Liga y que fue incapaz de rearmarse de moral para el derbi del miércoles en Copa frente al Elche. El Badalona, que perdió por 5-1 en el Martínez Valero, castigó severamente el conformismo del conjunto blanquiazul, que no remató a puerta en el segundo acto hasta el minuto 95. Un nuevo despiste defensivo en los minutos finales -esta vez por un despeje frontal directo a un rival- le cuesta dos puntos al equipo de Siviero, que puede verse hoy a siete puntos de los líderes Elche, Mallorca y Villarreal. Una distancia sideral cuando aún estamos a mediados de septiembre. Recalcitrante en el error, el conjunto blanquiazul se desconecta del partido con demasiada facilidad y es incapaz de imponer su autoridad a ningún rival. No se entiende la relajación del Hércules durante tanto tiempo cuando sólo dominaba el partido por 1-0. Como tampoco son fáciles de explicar los cambios del entrenador argentino: mantuvo contra viento y marea a Gaspar en una noche horrible y, tras el empate visitante, retiró a Miñano, que era el único capaz de crear algo de juego o inventar una asistencia como la del precioso último pase que sirvió a Chechu Flores para abrir el marcador. Es cierto que la sombra de Juli es demasiado alargada para este equipo porque su aportación en juego, intensidad y desequilibrio es insustituible, pero no es de recibo que la ausencia de tu mejor jugador se convierta en un obstáculo insalvable, ni que el equipo dé las muestras de indolencia e incapacidad de los segundos 45 minutos de anoche. Rivales de clase media como este Badalona, el Cornellà y el Alcoyano ya le han birlado siete puntos, a los que hay que sumar otros dos que volaron ante el Olot, que suma tres de 15 y es antepenúltimo. El Hércules completó un primer acto aceptable y serio con el gol de Chechu y otros dos que pudieron anotar Moha y Samuel, pero bajó los brazos y contemporizó tras el descanso de modo inadmisible para un aspirante al ascenso. Esta falta de actitud es un grave problema para Siviero, que ya debe prepararse, en pleno inicio del curso, para exámenes finales en septiembre. El miércoles ante el Elche, el primero.
