Si los datos del paro en agosto en toda España han sido malos, en Elx han sido peores. Hay un aumento de 46.400 personas más desempleadas en todo el Estado, de las cuales en el País Valenciano son 8.850 y en nuestra ciudad 1.054. El aumento en Elx supone casi el 12% del total que ha aumentado en nuestra Comunidad y un 2,30% del que ha aumentado en todo el Estado.

Parecen porcentajes desorbitados. Algo está fallando. Nuestra población no se corresponde con la de estos índices. Si en el mes de julio ya llamó la atención que, cuando el paro bajaba en casi toda España, probablemente por la temporada estival tan espectacular, en Elx subiera, aunque fuera en 147 personas, y eso que en el resto del País Valenciano bajó en 3.371 parados menos.

Los datos de agosto descubren, a nivel nacional, el poco rigor de esas afirmaciones que nos dicen que la crisis ya ha pasado, o ésa de que se está creando más empleo que nunca y de mejor calidad que nos dice la ministra Fátima Ibáñez: lo que sí puede ser un milagro de la Virgen de Fátima es que llevemos tantos años con una ministra como ella sin que haya dimitido o la hayan cesado. La tan cacareada recuperación económica se basa en la temporalidad y el abaratamiento no sólo del despido sino del propio trabajo por cuenta ajena. Sus cimientos son tan endebles como lo demuestran los propios datos de la Seguridad Social: el día 31 de agosto de 2017, en España, se dieron de alta 46.779 personas y de baja 313.141, o sea, que se produjeron, en un solo día, 266.362 bajas en la Seguridad Social. Y son datos oficiales. Es la mayor bajada de la historia en un solo día. Ahí se demuestra la firmeza de nuestra «recuperación», lo demás son historietas para manipular la realidad.

Y que conste que los datos ofrecidos son de paro registrado. La realidad es, con seguridad, aún peor. Los datos, en agosto, nos hablan de que casi 26.000 personas en Elx están inscritas en el paro, y que más del 50% no cobra nada. Oficialmente viven del aire, como millones de españoles. Al Estado eso ni le preocupa. Ya les dijo una diputada del PP aquello de «que se jodan». Es imposible en menos palabras resumir una filosofía política.

De los casi 26.000 parados en Elx, más de la mitad tienen más de 45 años y, de ellos, 15.720 son mujeres. Más que un milagro se necesitará para ir resolviendo esta situación. Del total de parados, 13.791 personas lo son del sector servicios y 7.522 de la Industria, entre otros sectores, según CC OO del Vinalopó-Vega Baja.

Estos datos vienen a confirmar el cambio que se ha producido en nuestra ciudad en los últimos años. El peso de la industria ha perdido presencia y ha aumentado, de forma considerable, el ligado al comercio, hostelería, administración, etc., los servicios, en general. Con ello estamos inmersos en una transformación del tejido productivo de la ciudad muy importante. Se han diversificado los sectores pero se pierde valor añadido, la estabilidad laboral se resiente, los ingresos procedentes del trabajo se devalúan y toda la ciudad padece por ello.

Está claro que el tema se escapa al ámbito estrictamente local, pero también es cierto que desde aquí se deberían dedicar más esfuerzos, tanto por parte empresarial como, especialmente, institucional. El Ayuntamiento, a la vista de estos datos, que no son novedosos pero sí preocupantes por su persistencia en el tiempo, debería intensificar sus esfuerzos por atraer inversiones a la ciudad. Importante es disponer de suelo industrial en condiciones de ser ocupado, pero también debe serlo disponer de una estructura municipal más potente a la hora de buscar inversiones y de hacer atractiva la ubicación en nuestro término de actividades que generen empleo. Los datos del paro en Elx deben obligar a ello. Hay que hacer visible a Elx en las instancias superiores y que se note. La industria, y no sólo la del calzado, debe recuperar protagonismo, especialmente, en el ámbito laboral. No es buena para la ciudad esta situación, esperemos que se note que la Dirección General de Industria de la G. V. la ocupa un ilicitano que conoce la realidad que padecemos. Moverse por atraer inversiones en industria, servicios, agricultura, etc., debe ser una constante. Y si IKEA duda dónde ubicarse, Elx debe ofrecerse sin pudor alguno. No hay que esperar a que otros nos dejen hacerlo si tienen tantas complicaciones como parece. Y es sólo un ejemplo de por dónde moverse.