Ciclo Alacant a Escena.
Compañía Pilar Andújar.
Se nos ofrece un espectáculo de flamenco-teatro pero no sobresale en ninguna de las dos manifestaciones artísticas ni como fusión de ambas. Tiene modos contemporáneos, eso sí, y algunos apuntes visuales que atraen e intentan plasmar simbólicamente los estados de ánimo y las sensaciones del personaje interpretado por la bailarina Pilar Andújar. El espacio sonoro y la iluminación alimentan los objetivos del mínimo guion de Miguel Such y la propia Andújar, directora del montaje y autora de la idea. Y todo para describir las fases del enamoramiento en Alacant a Escena, un ciclo para emergentes con aspiraciones profesionales, cosa que no coincide en este caso. Porque la almoradiense Pilar Andújar atesora una experiencia profesional, desde 1994, que la empujó a la Compañía Antonio Gades, entre otras. Por su parte, Abrazo busca la interacción con el público. Aparece por el patio de butacas y mira atenta a los numerosos espectadores del Principal. Realiza suavemente sus primeras figuras, echa el lazo a un espectador y salta la posibilidad del amor a primera vista a través de lo que dice Miguel Such. Es posible desear a alguien sin apenas conocerse, como si se conocieran de toda la vida, y que se enamoren y fluya un estado emocional con sus respuestas fisiológicas. Contribuyen los textos de la alicantina Olivia Martínez Giménez de León y de los poetas Oliverio Girondo, Vicente Aleixandre y Ángel González, además de Pilar Andújar y su compañero Such. De manera estilizada, ella pone en acción más posturas y movimientos en un tablao con ligero zapateo y trazos unisex, acordes con su vestuario. Los brazos, las manos y las palmas funcionan, y la ruta nos lleva a un programa televisivo, que presenta el actor, sobre el tema de la abrazoterapia y donde la gente se abraza puesta en pie. Él maneja en buenas condiciones su labor. Pilar Andújar, aun pudiendo dar más de sí en funciones dancísticas e interpretativas, enseña su depurado, renovador y creativo carácter. Una estructura metálica y una cinta roja, larga y tensa ayudan a crear posiciones. La pasión incontrolada requiere cura y ejercicio físico para no asomar por el palco de proscenio y lanzarse.
