En la historia hay momentos, situaciones, que desconciertan y 2017 es uno de ellos, y no es la primera vez que algo así sucede y muy posiblemente, no será la última vez que haya que enfrentarse a un desafío tan inquietante. El enfrentamiento entre Estados Unidos y Corea del Norte se ha convertido en una guerra fría/caliente y otra vez como en 1962, misiles. ¿Quién se atreve a pronosticar lo que puede pasar? El misil que pasó raudo sobre el cielo japonés, afortunadamente, no sufrió ninguna avería imprevista. Entonces el destino de la especie puede depender de un problema mecánico. Que un técnico, distraído, ajustara equivocadamente un tornillo. Según parece cualquier cosa puede depender de un hilo. De eso padecieron en su momento los dinosaurios, tan gigantes, tan poderosos, que vino un cascote, hay tantos en el espacio dando vueltas y punto final. Pero todo se recicla, ahora los vehículos se desplazan gracias a sus restos.

¿Pronósticos? Falta menos de un mes para el primero de octubre, cuando se pretende realizar en Cataluña un referéndum que, evidentemente, no es legal y su posible resultado no cuenta con la simpatía y/o apoyo de ningún país de la Unión Europea. La Generalitat esconde su estrategia sabiendo que el Tribunal Constitucional no dudará y el Gobierno de Rajoy dice que sabe lo que tiene que hacer pero también lo oculta, no explica nada. La población, a todo esto, convidado de piedra.

Aquel estatut aprobado por el Parlament y por el Congreso de los Diputados, mérito del entonces presidente Zapatero, al Partido Popular lo recurrió y el Tribunal Constitucional anuló artículos vigentes en estatutos de otras comunidades. Si gobernando Zapatero el independentismo representaba a aproximadamente al 20% de los posibles electores, hoy es casi el 50%. ¿Pronóstico? Rajoy sigue fabricando extremistas. Ha jugado con fuego, por intereses electorales, y ahora las llamas no las controla nadie.