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Mariola Sabuco

A río revuelto

Mariola Sabuco

Alicante, hecha un asco

En lo que a la contrata de limpieza se refiere, en Alicante se va de mal en peor. Puede que el tripartito no sepa gestionarla, pero no es menos cierto que el PP elaboró un mal pliego de condiciones en su última etapa en el gobierno local que se adjudicó sin tener en cuenta que la capital de la provincia multiplica su población durante los meses de verano. Algo tan simple y evidente no se consideró a la hora de sacar la licitación y nos encontramos cada verano con que lejos de reforzarse el servicio, se mantiene con suerte el mismo del resto del año, que ya parece deficiente a la ciudadanía pese a lo mucho que se paga por ello: 36 millones de euros este año. Como la limpieza de las ciudades hace mucho tiempo que se convirtió en un pozo sin fondo cuyos problemas y deficiencias se resuelven a golpe de talonario, a nadie extraña que el alcalde, Gabriel Echávarri, quiera modificar la contrata para ampliar el coste de la misma e incluir más personal que deje una ciudad turística como Alicante a la altura de otras similares y de su entorno. Lo ha hecho Carmena en Madrid y el regidor alicantino no ve obstáculos para hacerlo aquí. Pero en este asunto, como en otros, la oposición de Guanyar, quien gestiona Limpieza, es frontal. Ellos aseguraron en la oposición que con menos dinero se podía hacer mejor, pero las manos las tienen atadas por el contrato y, mientras, Alicante hecha un asco.

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