Si es usted varón, español y mayor de 65 años, lleve cuidado si se baña este verano en playas de la Vega Baja. Es el perfil tipo de la persona ahogada en lo que va de temporada estival en la provincia. Lo dicen las estadísticas, las mismas que sitúan a la provincia en el primer lugar del ranking nacional de fallecidos por ahogamiento, con 31, cuando en toda Cataluña llevan 38 o en Las Palmas 28. Es difícil explicar con certeza el motivo, pero seguro que será la suma de varias circustancias. La primera que apuntan los expertos es el cambio climático, que parece que está detrás de una larga lista de novedosos males que nos atañen. Tiene su lógica pensar que los fuertes temporales veraniegos modifican el fondo marino, y por tanto las corrientes y hoyos en la arena a los que la gente está habituada. Pero es que, además, como parece indispensable, luego llega Costas o los propios ayuntamientos afectados y rellenan con arenas foráneas las playas arrasadas, provocando un efecto similar. Por otro lado, aunque no digo yo que esté directamente relacionado con el triste liderazgo provincial, es fácil coincidir con los responsables de Cruz Roja que reclaman una formación homologada y homogénea a la hora de obtener la titulación que permite ser socorrista en una playa. No parece normal que se pueda obtener on line la acreditación para trabajar en arenales en los que se producen un centenar de rescates en tres días, como ha sido el caso de Guardamar. Los ahí contratados por Cruz Roja han tenido que acreditar 140 horas de práctica en playas o piscinas. Apoyo la iniciativa de hacer campañas de concienciación como las de la DGT y darle el mismo valor a un muerto en el mar que en la carretera.
