Te tiene que gustar mucho lo que haces para dedicarte a esto. No tiene que ser nada fácil tener que lanzarse al agua en un mar enfurecido, con olas que te pasan por encima y fuertes corrientes que sabes que te van a arrastrar hacia adentro con fuerza... Tiene que costar, y más aún si la gente a la que debes sacar del agua ha decidido meterse en ella a pesar de carteles y banderas que lo desaconsejan e incluso lo prohíben. No hay derecho. Por mucho que sean personas que cobren por ello y que estén muy bien preparadas, no es de recibo que la gente se bañe en el mar cuando no se puede y que haga jugarse la vida a esos auténticos héroes anónimos que vigilan nuestras playas cada verano: los socorristas. Este martes, solo en las playas de Guardamar se registraron 28 rescates y ayer miércoles nada menos que 45. Deberían los ayuntamientos plantearse incrementar la presencia policial en las playas para disuadir a los imprudentes y sancionar si llega el caso a los descerebrados. A la hora de salvar vidas no se deben escatimar los medios.
