Si no te mata, te hace fuerte». Una vez más la sabiduría popular acierta como ha terminado por constatar la durísima crisis sufrida desde 2007. Esta crisis, cuya virulencia nadie fue capaz de predecir, se llevó a mucha gente por delante, muchos sueños, muchos proyectos y, sobre todo, a muchas empresas y empresarios. Y lo que es peor, hundió miles y miles de puestos de trabajo. No todos los que perdieron todo ante la crisis hicieron mal las cosas, pero sí es cierto que todos los que han logrado sobrevivir sí hicieron bien sus tareas.

Muchos fueron los que sospecharon de situaciones complicadas a principio de siglo, tal y como el mercado especulativo en el sector inmobiliario venía comportándose no sólo en la costa, sino en el conjunto de España. Una situación que a muchos nos parecía anómala, pero que se soslayó con la colaboración de muchas entidades de crédito y financieras que apostaron más por el ladrillo de papel que por proyectos de desarrollo empresarial.

El crack fue más duro que previsible y solo un tejido empresarial de carácter familiar, la profesionalidad del mismo, y la apuesta de todo el patrimonio personal de muchos empresarios nos ha permitido alcanzar esta etapa de cierto sosiego. Estas características son particularmente comunes entre el tejido empresarial de la provincia de Alicante, que hoy es más fuerte y más profesional.

Un tejido alicantino que entendió que la capacidad de innovar, de empaparse del conocimiento de nuestras universidades y formar a su gente son piezas claves para salir a flote cuando arrecia la tormenta. Y que es básico en los buenos tiempos porque nos permite crecer. Porque crecer es fundamental para sostener a nuestras empresas en mercados más globales y ante competencias más internacionales. Lección hoy también aprendida.

Hoy podemos afirmar que seguimos apostando por un sector turístico fuertemente profesionalizado, que entiende que hay nicho de negocio sostenible en el residencial. Pero que se debe afrontar con innovación y calidad. Estamos más preparados, más formados, mejor informados y listos para no volver a cometer los mismos errores. Turismo, construcción, industria y agricultura son las recetas para que esta tierra soporte nuevas crisis. Es verdad que las palabras de Sarkozy, «hay que refundar el capitalismo», no se han cumplido por los mandamases internacionales. Pero los mundanos, los de despertador temprano cada mañana, sí hemos comprobado que «lo que no te mata, te hace más fuerte». Y hoy la provincia de Alicante es más y es más fuerte.