De los sectores relacionados directamente con el turismo y que se dedican al alquiler, el más importante sin duda es el de los apartamentos, pero también está el de los coches y uno emergente, el de los barcos, que según los últimos datos ha matriculado en un año en la provincia de Alicante 176 unidades, superando en una treintena a Barcelona y sólo por detrás de Baleares, que registró 333 embarcaciones sólo para uso turístico. Este segmento vive un buen momento y, al parecer, algo tiene que ver la regulación que ha experimentado y que, por ejemplo, exime de pagar el impuesto de matriculación a los propietarios que declaren directamente que compran los barcos para su alquiler. Hablamos de un 12% del precio de la embarcación, y en el caso de los más lujosos puede ser un auténtico dineral. Un aliciente que anima a los inversores a registrarlos y que, además, permite a administraciones y autoridades marítimas su control. Con tanto debate sobre los apartamentos turísticos ilegales y los perjuicios que ocasionan al sector, además de los problemas que producen en algunas zonas, llegando incluso a generar la tan tristemente de moda turismofobia, ¿no se le ha ocurrido a nadie incentivar el registro de inmuebles para su alquiler turístico con algún tipo de exención de impuesto o gravamen? A nivel municipal, por ejemplo, eximir del pago del IBI sería bastante atractivo. Los mismos que han hecho la regulación en el mar la podían hacer también en la tierra.
