El miedo es una sensación que puede llegar a controlar toda nuestra vida sin que seamos conscientes de ello, puede paralizarnos, incluso puede contagiarse a las personas que nos rodean. Por ello vamos a detenernos en cómo tres figuras relevantes han abordado este asunto y cómo nos proponen afrontarlo.

El psicofisiólogo Rollin McCraty, director de investigación del HeartMath Institute y experto en la fisiología de las emociones, descubrió que el corazón y el cerebro se comunican entre sí mediante campos electromagnéticos de tal modo que, cuando se sienten emociones positivas, el corazón late dando un mensaje específico. Esto crea beneficios fisiológicos, mientras que las emociones negativas crean caos en el sistema nervioso. De hecho, el corazón genera el más poderoso y extenso campo eléctrico del cuerpo, y puede detectarse a varios metros de distancia de la persona con el instrumental adecuado. Dicho campo penetra en cada célula del cuerpo, pudiendo también afectar a quienes nos rodean porque estamos conectados con los demás y con el planeta.

Según el novelista estadounidense autor de varios best sellers Noale Donald Walsch, el problema más grande que existe hoy en día es el miedo. Afecta a todo lo que decimos, pensamos y hacemos. A nuestras decisiones y elecciones. Surge a partir de la idea de que necesitamos algo que no vamos a ser capaces de conseguir, o bien de que vamos a perder algo que necesitamos. En el área afectiva, primero tenemos miedo de que nadie nos ame, y luego tenemos miedo a perder ese amor. Ello se debe a que creemos que la fuente de nuestra felicidad viene del exterior. Entender que nuestra felicidad proviene de nuestro interior nos hace dejar de sentir miedo, y curiosamente nos vuelve más atractivos para los demás.

Pero el miedo no es real, sólo es una invención de nuestra mente. La mayoría de los maestros espirituales buscan precisamente esa ausencia del miedo, es decir, dejar de necesitar algo. Si, en lugar de miedos, les llamáramos, aventuras, los transformaríamos en entusiasmo, y así cada nuevo día sería una dicha.

Según Eckhart Tolle, definido por el New York Times como «el autor espiritual más popular en Estados Unidos», cuando la mente siente miedo, en el cuerpo se genera ansiedad porque cree que nos está pasando algo muy grave. No sabe que sólo son pensamientos, y vivir de ese modo durante años, resulta ciertamente dañino. Pero nosotros podemos decidir en dónde queremos centrar nuestra atención, y traer la mente al presente alejándonos de los miedos. Para ello es útil respirar de forma consciente. Al centrarnos en nuestra respiración, dejaremos de preocuparnos.

Vemos que, desde diferentes ángulos, los tres autores coinciden. El miedo puede superarse regresando al presente, encontrando la calma en nuestro interior, soltando la necesidad de controlar el futuro.