Acabo de leer las palabras que el presidente Ximo Puig expresó en el acto de clausura del Congreso de los Socialistas Valencianos celebrado el pasado fin de semana en IFA. En ellas se refiere a la riqueza que supone la existencia de dos lenguas en nuestra Comunidad, y me resulta difícil no coincidir con usted en semejante evidencia. Afirma que defenderá a ultranza el uso del valenciano en la Administración y dice textualmente: «Somos de Vicent Andrés Estellés, Miguel Hernández, Francisco Brines y Joanot Martorell, de los que entienden que la lengua es una gran riqueza y una suerte que tengamos dos lenguas en nuestro país». Eso dice. Leída esta declaración de principios, que asumo no solo porque soy ciudadano de esta Comunidad sino porque soy filólogo y tengo en mis venas, juntamente, como diría Machado, sangre de Pinoso y de Fuente Obejuna, como digo, estas hermosas palabras dichas ante un auditorio rendido a su líder chocan con mi presente y el de otros muchos interinos. ¿Por qué sucede esto? Sencillamente porque usted, señor presidente, y su conseller de Educación, el señor Marzà, son los responsables de que más de 1.200 profesores estén en el paro al no haber obtenido la capacitación en valenciano. Al conseller de Educación le ofrecí en otro escrito publicado en este mismo diario tres posibles medidas para no perjudicar a este colectivo, pero al parecer las propuestas educadas de este humilde funcionario no encontraron eco en un conseller que se ha caracterizado por ser algo insensible y que, además, está siendo cuestionado por los propios sindicatos. Sin ánimo de ofender, la realidad actual de los interinos sin capacitación es esta: ustedes les han obligado a que «se desactiven» porque en caso de «no desactivarse», serán expulsados de las bolsas de trabajo e irán al paro. Aquí, señor presidente, no estamos hablando del respeto a nuestras lenguas, que se supone por ser profesionales de la educación, sino de una medida administrativa injusta para muchos interinos. El trato inhumano que ustedes han dispensado a este grupo de interinos es más propio de regímenes dictatoriales que de partidos que se ufanan de preocuparse por las personas, tal y como se recoge en el Acuerdo del Botànic. Ustedes han utilizado a los funcionarios cuando los han necesitado. Y estos interinos que están ahora en el paro no son vagos, ni incompetentes, ni desprecian el valenciano. Estos interinos son trabajadores como cualquier otro funcionario; estos profesores interinos son competentes en sus respectivas materias como cualquier otro funcionario; y estos interinos simplemente no consiguen aprobar la capacitación porque esta prueba se asemeja cada vez más a un complejo crucigrama que no seduce ni enseña, sino adoctrina e impone. Me gustaría saber si todos los que le acompañaron a usted en el reciente congreso de su partido, si todos los que trabajan en la política valenciana, y si todos los funcionarios de las diferentes administraciones tienen el requisito lingüístico que ahora exigen a los interinos. Señor presidente, se han ensañado ustedes con un colectivo de veteranos docentes (casi todos mayores de 50 años), que tiene muy pocas posibilidades de incorporarse al mercado laboral y que, consiguientemente, verán disminuidas sus pensiones futuras. Usted, señor presidente sabrá, como yo sé, que nada ni nadie nos quitará nuestra lengua materna, sea la que sea. Es nuestra lengua, es nuestra seña de identidad. Contribuya con un gesto legislativo a que todos amemos las dos lenguas de nuestra Comunidad. Es muy fácil. Coja ese bolígrafo rojo que ha mostrado en la clausura del congreso de su partido y escriba algo parecido a «readmisión de los interinos afectados por carecer de capacitación». Le propongo la solución que ya le transmití a su conseller de Educación: conceda una nueva moratoria para que estos docentes puedan aprobar la capacitación. Y reingréselos en el sistema el 1 de septiembre. Se lo piden todos los sindicatos, hasta FETE-UGT lo tiene escrito en la portada de su página web: «UGT considera muy lamentable que el gobierno del cambio, del Acuerdo del Botánico, que tiene como objetivo principal rescatar personas y proteger los derechos y el empleo de los trabajadores, no proteja ni rescate a sus trabajadores docentes interinos sin la capacitación en valenciano, más de 1.200, expulsándoles de las bolsas de trabajo, impidiéndoles trabajar el curso próximo (ni siquiera en las zonas o comarcas de predominio lingüístico castellano) y condenándolos al paro y la exclusión social, tras muchos años de servicios (muchos no alcanzarán su pensión de jubilación). Situación lamentable que el conseller Marzà y su equipo de gobierno debería ya, de forma urgente e inmediata, poner solución. Pero no hay voluntad política de hacerlo. Muy lamentable». Esto dice el sindicato afín a su propio partido. Con el debido respeto, espero su contestación. Muchas gracias.