Decía el ilustre escritor de Monóvar José Martínez Ruiz, Azorín, que el tesón debe ser una de las primeras cualidades del político. Aconsejaba trabajar con ahínco en aquello que se creía, dedicarle toda su energía y todo el tiempo, y esto ha sido, precisamente, lo que ha hecho el Gobierno de España con la provincia de Alicante.

Convencido de su potencial, está volcado en fortalecer e impulsar infraestructuras clave para la provincia. En tan sólo siete días, el Ejecutivo central ha desbloqueado la situación de la Sociedad Avant, se han reanudado las obras de la Variante de Benissa y ha anunciado la licitación de la mejora de accesos del Aeropuerto Alicante-Elche.

Pecamos, a veces, de limitarnos a la grandilocuencia de los anuncios, pero detrás de ellos cabe recordar los beneficios que conllevan, y estas grandes noticias implican más turismo, más empleo y mejores conexiones. Por tanto, más oportunidades para los alicantinos.

Como demostración palpable de la inequívoca voluntad del Gobierno del PP por favorecer el desarrollo de Alicante, hace sólo unos días el Ejecutivo de Rajoy tomó la decisión de asumir los 60 millones de euros de deuda que tenía la Sociedad Avant, entidad, por cierto, participada por la Generalitat y el Ayuntamiento de Alicante. Es decir, frente al discurso del agravio que enarbola el Consell y que secunda el consistorio alicantino, el Ministerio de Fomento ha encabezado una operación con un alto coste económico con el objetivo de dar liquidez a Avant, lo que permitirá desbloquear la futura estación intermodal y el desarrollo urbanístico de la zona.

Pero hay más, y se han reanudado las obras de la variante de Benissa, donde se van a invertir cerca de 22 millones de euros para dotar a la comarca de la Marina -y por extensión a toda la provincia- de una mejor conexión viaria y, sobre todo, para dar mayor calidad de vida y seguridad a los benisenses, que no tendrán que soportar el paso continuo de vehículos por su municipio.

Y, por último y más importante, la propia vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha anunciado una obra que va a suponer un salto cualitativo para el Aeropuerto de Alicante-Elche: la licitación, que se produjo el pasado viernes en el Consejo de Ministros, de la mejora de los accesos. El desdoblamiento de la carretera N-338 permitirá, todavía más si cabe, que el Aeropuerto Alicante-Elche alce más el vuelo. El quinto aeropuerto de España con más de 13 millones de pasajeros anuales se merecía este proyecto. El Gobierno de España atiende, así, a una reivindicación histórica de la provincia que tendrá una repercusión tangible.

No es baladí que dichos anuncios hayan contado con la presencia sobre el terreno, en Alicante, de la vicepresidenta del Gobierno, del ministro de Fomento y del presidente de Adif. Sus visitas demuestran el compromiso firme del Gobierno por la provincia de Alicante y por la Comunitat Valenciana frente a quienes predican que Madrid nos tiene olvidados.

Este Gobierno sí está centrado en gestionar y solventar los problemas de las personas. Estamos volcados en trabajar por el futuro y no obsesionados en mirar por el retrovisor y este espíritu constructivo es el que está marcando nuestra agenda reformista e inversora.

Los responsables políticos demuestran su talla priorizando cuando la necesidad obliga y gestionando diligentemente cuando el escenario es más favorable. Y en un momento de fuerte crecimiento económico y de creación de empleo nuestro objetivo es culminar infraestructuras estratégicas y afrontar los grandes retos como la reforma de financiación autonómica.

En este punto nos encontramos, y esta semana hemos visto cómo arrancaban obras importantes y cómo se ponía en marcha la gran negociación política que permitirá reforzar nuestro sistema de bienestar. Y ésta es otra de las noticias importantes para Alicante porque se ha iniciado el camino para mejorar el sostén de los servicios públicos.

Los expertos apuestan por romper el status quo de una financiación que, aprobada en época socialista, perjudica a la Comunitat Valenciana. Es el momento de tener altura de miras y sentido de Estado, huir de posiciones cortoplacistas y partidistas y arrimar el hombro para llegar a un acuerdo satisfactorio para los valencianos y para los alicantinos.

Invertir en la provincia de Alicante es invertir en España, es apostar por todo lo que hace grande a nuestro país: infraestructuras, calidad de vida y turismo. Y, por ello, para el Gobierno de Rajoy es prioritaria la Comunitat Valenciana.