No salgo de mi asombro. Hace unos días asistimos a un espectáculo, este sí lamentable. El Banco Sabadell, copropietario del Teatro Principal alicantino, votaba en contra de las cuentas de nuestro Teatro Principal y pedía un informe de viabilidad ante un saldo de 335.000 euros de déficit. El PP aprovechaba para sumarse al carro de lo que consideraba un «desaguisado» y pedía la dimisión de Sanguino, su director. Por su parte, Ciudadanos solicitaba un cambio de programación y el tripartito se abstenía de aprobar las cuentas sin decir ni mu. El alcalde, para variar, no se presentó en una reunión en la que se presumía podía no acabar bien. Actores desganados con el guión equivocado, desmemoriados, torpes, incapaces de hacer bien las cuentas o abiertamente tramposos, estaban en el nudo de una historia que, a pesar de todo, deberá acabar bien.

A pesar de ir la cosa de teatro, la función resultó pésima, con malísimos actores, presentes y ausentes y un desenlace de mutis por el foro que dejó desconcertado al público en general.

Leo en la página oficial del teatro, nuestro teatro, que «los propietarios actuales del Teatro Principal de Alicante son el Excmo. Ayuntamiento de Alicante y el Banco Sabadell. Ambas entidades dotan anualmente fondos para el mantenimiento de las actividad». Dotan, dice. Pero en realidad, digo yo, no dotan. Y como no dotan, los gastos no se pueden cubrir con las aportaciones raquíticas de sus propietarios que no llegan a 240.000 ?, cuando los gastos de programación y mantenimiento ascienden a 550.000 ? solo gastos propios.

Ni lo hace el Ayuntamiento, que penosamente vive tiempos de ruina por la gestión corrupta e ineficaz del PP durante décadas, ni lo hace el Banco Sabadell, que recibió el don de nuestro teatro por mor de más saqueo y corrupción de nuestras entidades financieras, en este caso, la CAM, anterior propietaria. Detengámonos en este protagonista:

El Banco Sabadell aporta como el Ayuntamiento, una miseria para el teatro de la ciudad, ningún otro teatro de una ciudad como la nuestra funciona con capital tan exiguo. Pero la cosa tiene truco, porque el Sabadell recupera buena parte de su aportación con el instanticket. Y aún más, su presencia como marca está presente en la toda la imagen del teatro. O sea, que el Sabadell hace un negocio redondo con el Teatro Principal (¿cuánto le costaría si tuviera que pagar por su imagen constante en el teatro, en los banners, en los carteles, en las entradas?) y se permite no aprobar las cuentas de un director, Sanguino, que ha logrado en escasos dos años de gestión poner su actuación en la geografía de los mejores espacios culturales de nuestro país. ¿Cómo? Me temo que si el Sabadell pagara la presencia de su propia imagen en el teatro, aún se quedaría debiendo dinero a nuestro teatro. Alguien podría hacer las cuentas. Ahí lo dejo.

Pero sigo con el Sabadell. Resulta que es propietario de nuestro teatro por la ciencia infusa que los poderes políticos de este país consideraron que este banco asumía por 1 ? la antigua CAM. ¿Por qué cedieron también el teatro, me pregunto? ¿Por qué no se quedó el teatro en manos de la fundación? ¿Por qué no hubo una oferta firme para que la Generalitat o el Ayuntamiento lo asumieran?

Y digo más. Ya que el Sabadell ha recibido graciosamente por 1 ? buena parte del patrimonio financiero de nuestra provincia, ¿no tendría una obligación moral, cultural, económica de tratar con especial atención y cuidado a nuestro teatro y velar por su prosperidad, su vínculo con la ciudad, su programación que estimule el teatro de vanguardia, que piense en crear nuevos públicos, que despierte amor por el teatro, que programe a autores y autoras españoles y valencianos?

Nos despertamos hace unos meses con la excelente noticia de que dos de nuestros centros culturales el Teatro Principal y el MACA, ambos dotados de miserables presupuestos, están logrando las mejores notas de las personas expertas, y que tanto Rosa Castells como Sanguino, son los artífices de esos éxitos, a pesar de tantas dificultades. ¿Y qué hacen nuestras autoridades? Afearles el comportamiento? ¿Pedir la dimisión de Sanguino?

Estoy de acuerdo con el representante del Banco Sabadell. El Principal, nuestro teatro, necesita un plan de viabilidad. Y unos dirigentes políticos a la altura de nuestras necesidades culturales.

Es el momento de las cuentas y de los proyectos. El Sabadell no está a la altura de lo que tiene entre las manos. No puede seguir haciendo de pésimo actor, de víctima cuando salta a la vista que más bien parasita en su provecho nuestro teatro.

La gestión de Sanguino es excelente, así lo consideran quienes han evaluado su trabajo cultural. ¿Hay problemas sobre su excelencia comercial? Yo me pregunto, ¿es comercial el Teatro Principal? Es el teatro de la ciudad, a medias municipal y a medias de una entidad que lo ha recibido por 1 ?. Pero, además, resulta que el balance del primer semestre de 2017 es positivo.

Me temo que este melodrama mal interpretado por actores de escasa preparación podría mejorarse con un nuevo guión y algunos nuevos protagonistas.

Pienso en la Generalitat como co-propietaria. Pienso en la política cultural de la Conselleria que debe mirar más allá de los límites del Cap i Casal y poner soluciones donde ahora solo pone trabas, como dejar sin subvenciones al teatro alicantino. Pienso en la excelente gestión de Paco Sanguino y en la necesidad de que el Principal siga por el camino emprendido. Un teatro al servicio de la cultura, cuyo objetivo sea la excelencia y la viabilidad pase por la transparencia y las buenas prácticas en la gestión.

Pienso en un desenlace sin parásitos y con mejores actores.