No recuerdo la fecha exacta, pero el paso del tiempo me indica que hace ya muchos años de esto, la primera vez que escuché en el periódico hablar de la sociedad Avant, el comentario estaba encadenado a una recreación virtual que eliminaba las vías ferroviarias, a través del soterramiento, que acaban en la estación término, para constituir lo que algunos llaman el gran parque central de Alicante. Bloques de edificios, árboles, centros comerciales... El diseño del futuro. Fueron cayendo las hojas del calendario, sin que se avanzara en el proyecto. Las prisas para que el tren de alta velocidad llegara cuanto antes a la provincia obligaron a dejar en segundo plano esas trazas de planeamiento urbano, que con la crisis del ladrillo se vieron completamente irrealizables. Ahora, se intenta dar un nuevo impulso a la urbanización de esos terrenos que dejan de estar afectados por el trazado ferroviario. Un impulso que como muy pronto no tendrá visos de hacerse realidad antes de 2020, cuando muy probablemente la mayoría -quien sabe si no todos- de los participantes en la reunión a tres bandas de ayer ya no estén ocupando esas mismas responsabilidades, cuando es de esperar que esté en marcha la elaboración de un nuevo plan general y cuando presumiblemente se hayan multiplicado las ideas y los proyectos para todo el entorno. De momento, todo queda en el limbo de seguir construyendo el futuro diseño de la ciudad, sin saber cuando se hará realidad. Así que pasen cien años.
