Conocíamos, por la publicación en INFORMACIÓN del pasado 25 de junio, que la Universidad Miguel Hernández ha proyectado la construcción de una torre, que denomina «La Valona», de cinco plantas de altura en el interior del recinto de la Universidad, en el extremo del recinto universitario, en la avenida de la Universidad con esquina a la avenida de la Unesco.

Resulta de interés para la ciudad el hecho de que nuestra Universidad crezca y proyecte la construcción de un nuevo edificio. Siendo un acierto su propia denominación de «La Valona», por su vinculación con la palmera, o la proyección de imágenes del Misteri en su fachada. Como colectivo preocupado por el progreso de nuestra ciudad, sólo podemos considerar positiva cualquier iniciativa que mejore la actividad académica. Y, precisamente por ello, también querríamos hacer algunas observaciones respecto a las afirmaciones de las autoridades de dicha institución publicadas en la prensa.

Se mantiene por la UMH el criterio de que el acercamiento de la Universidad con los ciudadanos se lograría solo con la asistencia de los mismos a las distintas actividades que la institución promoviera. Lamentamos disentir, opinión que viene avalada no solo por la evidente desconexión que existe, sino también por la escasa asistencia de público a cualquiera de las actividades culturales organizadas dentro del recinto universitario. Consideramos también factores decisivos en este hecho el desconocimiento de los ciudadanos, la falta de una información regular sobre los actos programados así como que se proporcione mayor facilidad de acceso.

A nuestro juicio, la realidad es bien distinta. Lo que se desconoce difícilmente se puede amar, apenas se valora, y en nuestro municipio el ciudadano de a pie ignora incluso si el recinto de la Universidad es de libre acceso, si se dispone de transporte que les acerque, y, más aún, pocas veces se ha sentido motivado para participar en cualquier evento. Acerquemos la Universidad a nuestra sociedad, que contribuya visible y notoriamente en nuestro desarrollo, progreso.

Somos muchos los que consideramos indispensable que las relaciones entre Elche y su Universidad se estrechen. Y esa conexión se fortalecería con la realización de actividades culturales en el centro de la ciudad, tanto en inmuebles de los que el Ayuntamiento ya dispone como en otros que podría adquirir la Universidad para, de este modo, favorecer un mayor acercamiento.

Sobre la construcción del edificio, nos debemos cuestionar la viabilidad de uno de los objetivos que lleva a la construcción de esta torre. Su ubicación no la hará accesible a ciudadanos y turistas, ni tampoco contará con las suficientes altura y proximidad como para considerarse un lugar idóneo desde el que contemplar el Palmeral cuando existen miradores más elevados y mejor situados.

Es también digno de elogio que la Universidad proponga este edificio como «lugar de encuentro y reunión» de la comunidad universitaria, pero resulta difícil entender que se argumente a la vez que será considerado centro cultural que responda a las demandas culturales del barrio colindante, cuando debiera ser el Ayuntamiento quien subsanara tales deficiencias.

La construcción de un auditorio para 500 personas va a suponer otra oportunidad perdida de tener un gran auditorio en Elche. Ya que ni la ciudad puede permitirse construir un recinto para al menos 1.200 ó 1.300 personas, ni la Diputación Provincial se ha planteado esta posibilidad. Y mucho menos la Generalitat o el Estado. Pero el hecho de que lo hiciera la Universidad, en el centro de la ciudad, unido al Centro de Congresos, sí uniría la ciudad con la Universidad, sí cambiaría la apreciación de lejanía entre Elche y la Universidad Miguel Hernández.

Por todo ello, no queremos dejar de insistir en nuestra consideración de que Elche necesita un contacto más directo con su Universidad. ¿Por qué no habilitar lugares más cercanos que permitan superar esas barreras de desconocimiento, lejanía, carencia de información, desconocimiento de proyectos y falta de implicación de los ciudadanos? La sociedad de Elche, que de diferentes modos también hizo posible esta Universidad, merece, por encima de todo, una más estrecha relación con la institución para beneficiarse de la cultura que imparte, actualizarse en sus objetivos, compartir ideales, interesarse por sus actividades y, ¿por qué no?, sentirse orgullosa de los logros alcanzados que, sin lugar a dudas, revertirán en nosotros mismos.