Romper, destruir, aplastar. Así define la Real Academia de la Lengua a la acción de escrachar. Lamentables fueron las imágenes de cargos políticos del Partido Popular, sufriendo la persecución violenta, agresiva, personal y familiar, incluso en sus propios hogares, de la izquierda populista radical en los años 2012 y 2013.

Transcurrida parte de la condena que estamos sufriendo en los ayuntamientos anti-PP de 2 años, 2 meses y algún día, desde las elecciones autonómicas y locales de mayo del 2015, apreciamos cómo esas acciones de acoso y derribo a cargos públicos del PP se han trasladado desde los gobiernos del cambio a peor a la sociedad en general. Antes el escrache era al personaje del PP de turno; ahora con la vara de alcalde en la mano, escrachean y humillan al pueblo.

Torrevieja es el ejemplo perfecto de esta canalla y dañina acción política. Los seis partidos anti- Eduardo Dolón, han decidido someterla a un escrache permanente hasta 2019.

La quieren romper: el odio a los votantes torrevejenses que jamás les ha dado la confianza individual para liderar proyecto político alguno, se lo quieren hacer pagar al pueblo entero. Tienen ánimo de escarmiento y de venganza contra la gente que no les ha dado el apoyo en 30 años. La sonrisa perpetua de Jose Manuel Dolón así lo acredita. Todo ello acrecentado por el sentimiento mutuo de los concejales del gobierno, de desconfianza y consideración publica de inutilidad entre ellos mismos. Solo se consideran útiles para mantener a Eduardo Dolón en la oposición; y con ello consideran justificado los 6.600 euros que han cobrado en junio entre otros, Carmen Morate, Manuela Osuna, Javier Manzanares y la sustituta de África Celdrán.

La quieren destruir. Solo así se explica que Torrevieja sea el único municipio de toda España que, a iniciativa de un partido político que obtuvo el 7 por ciento de los votos en las elecciones de mayo del 2015, cuente con el apoyo de los concejales del gobierno para impulsar una medida rupturista que ninguno llevaba en sus programas electorales, basada en la toma en consideración de la separación administrativa de La Mata del resto del municipio. Porque, guste o no guste, aspirar a ser una entidad local menor, aunque sea imposible legalmente en este caso, parte de la base de aspirar y desear una independencia administrativa del Ayuntamiento de Torrevieja. Y eso es un autentico escrache a Torrevieja, y un ataque directo al origen mismo de todo el municipio.

La quieren aplastar. Cierran un Teatro Municipal por odio, y tras 26 meses no saben como abrirlo. Presentan la Feria de Mayo del 2017 un sábado, y 48 horas después la suspenden. Lo de Octubre será otra cosa. Han arrasado con todas las ayudas y servicios a nuestros mayores. Han humillado al deporte Torrevejense. Engañan a los padres y madres de la Comunidad Educativa a conciencia, regalándole tiempo al Gobierno Valenciano para no construir el Colegio Amanecer. Atrasa y castiga a conciencia, Jose Manuel Dolón y Fanny Serrano a Torrevieja, como capital del embudo de tráfico de Europa, permitiendo que la Generalitat Valenciana de Puig y Oltra se desentiendan de todo lo relativo a la duplicación de la N-332, como si fuéramos murcianos, en lugar de valencianos que hablamos castellano.Y nos mintieron a todos con un cambio de Alcaldía en Junio del 2017, que se ha convertido en la mayor estafa política de lo que llevamos de siglo en la Ciudad. Piénselo ¿De verdad que usted votó esto?