Hay ciudades en las que su desarrollo deportivo, además de económico, se ve eclipsado por el centralismo de sus propias comunidades autónomas donde la mayor parte de los recursos los absorbe «la capital». Incluso donde la oferta deportiva no atrae ni siquiera a la propia población. En cambio, ciudades como Almería o Tarragona se convierten en protagonistas españolas ostentando el título de «CAPITAL DEPORTIVA DEL MEDITERRÁNEO» en un espacio de tiempo entre las dos de 13 años. Ambas lo hacen en aras de conseguir una mejora sustancial para la ciudad y la provincia en lo que se refiere a infraestructuras deportivas, imagen de la ciudad, así como proyección económica y turística tanto a nivel nacional como internacional. En junio de 2005 se organizaron en Almería los XV Juegos del Mediterráneo tomando parte 21 países, con una participación de 3.200 atletas repartidos en 27 deportes y en un total de 258 competiciones. Para ello, además de la capital almeriense se utilizaron 6 subsedes de la provincia de Almería. Este evento significó un antes y un después para la ciudad y la provincia, tanto a nivel deportivo como social y turístico. La celebración de este evento se convirtió en motor económico para toda la provincia de Almería. Se construyeron 12 nuevas instalaciones, además de la remodelación de 8 instalaciones ya existentes. En total se utilizaron 40 instalaciones deportivas, de las cuales 25 fueron utilizadas para la propia competición, y 15 para los entrenamientos.

Respecto al ámbito económico, jamás Almería había recibido tanta inversión pública por parte de todas las Administraciones (Gobierno Central, Junta de Andalucía, Diputación, Ayuntamiento) y una treintena de potentes empresas de ámbito nacional.

Dos poblaciones españolas presentaron su candidatura a los Juegos del Mediterráneo 2018: Cartagena y Tarragona. Finalmente, el Comité Olímpico Español presentó la candidatura de Tarragona.

En octubre de 2011 fue Tarragona la ciudad elegida como sede para los XVIII Juegos del Mediterráneo, convirtiéndose de esta forma en la ciudad más pequeña en organizar este evento que se celebrará desde el 22 de junio al 1 de Julio de 2018 en la que se estima tomarán parte cerca de 4.000 atletas procedentes de 26 países. 16 serán los municipios que alberguen las 33 disciplinas deportivas. Se contará con 3.500 voluntarios y se prevé que cubriendo este evento se congregarán cerca de 1.000 periodistas. Por otro lado, se esperan más de 150.000 espectadores, y una creación de 3.000 puestos de trabajo indirectos?

Si hubiera que cuantificar el legado que queda de la organización de unos Juegos del Mediterráneo, unos lo harían por las infraestructuras deportivas; otros por el consumo por visitante (en Almería hubo una ocupación hotelera superior al 95%), y finalmente otros por la notoriedad que adquiere Almería y Tarragona a nivel internacional.

Yo por mi parte, me quedo con los tres parámetros a la vez. Es obvio que se podría comparar la organización, repercusión y legado de la Volvo con unos Juegos del Mediterráneo. Pero puestos a soñar, ¿Nos imaginamos que nada más finalizar las Hogueras den comienzo los Juegos del Mediterráneo en Alicante? El fuego y el deporte proyectados internacionalmente por la marca ALICANTE.