La Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada), ligada a Cáritas Española, ha publicado, estos días su informe «Análisis y perspectivas 2017. Desprotección social y estrategias familiares».

Es una entidad de prestigio, con muchos años de experiencia y, en principio y para este Gobierno, debería ser poco sospechosa de parcialidad. Las conclusiones son demoledoras y vienen a reflejar una realidad que se pretende maquillar: la recuperación económica no se nota en el 70% de los hogares españoles. Y, todavía peor, en los hogares que ya estaban bajo el umbral de la pobreza, la llamada recuperación no se nota en el 90% de ellos.

El secretario general de Cáritas, Sebastián Mora, ha declarado que, «como sociedad, parece que hemos bajado los brazos en la lucha contra la pobreza y la exclusión». Dice, acertadamente, que se está produciendo un empobrecimiento de la pobreza y advierte del riesgo de acostumbrarse a la precariedad.

En ésa misma línea, también el INE acaba de publicar los datos que, a nivel europeo y en coordinación con Eurostat, nos detallan los resultados del programa denominado «Urban Audit» que ha analizado 900 grandes ciudades europeas, Elx entre ellas. Las cifras resultantes, no por conocidas, deben dejar de preocuparnos.

El estudio ha analizado 126 ciudades españolas con una población superior a los 50.000 habitantes. En el conjunto nacional, Elx, por su población actual, ocupa el puesto 20 entre las ciudades españolas en número de habitantes, que no está nada mal. En cambio, atendiendo a los datos del estudio, con cifras de 2014, los ingresos medios, por hogar, en Elx, eran de 21.180 euros anuales. Cifras que no sólo nos alejan de las posiciones de cabeza, sino que nos dejan, prácticamente, casi en la cola. De los 126 municipios españoles analizados en este tema, Elx ocupa el puesto 114. La primera ciudad del País Valenciano, por renta, en este estudio es València, con ingresos medios, por hogar, de 29.094 euros. Le siguen Paterna, Castelló, Sagunto, Alicante, etc., todas ellas superando los 24.000 ?/anuales. Nosotros sólo superamos a Benidorm, Elda y Torrevieja, que es la última de España, por cierto. Somos una ciudad que, por población, está entre las primeras de España y, por renta familiar, entre las últimas. Debería obligarnos a reflexionar este dato.

Téngase en cuenta que el tamaño medio, en Elx, es de 2,78 personas por hogar, según el estudio citado. Divídanse los 21.180 ?/anuales entre ellas y ya se verá a cómo se sale por persona. Estamos en cabeza, a nivel del País Valenciano, en número de personas por hogar. En cambio, en hogares de un solo miembro, somos el tercer municipio valenciano, por la cola, con un 23,4% del total, cuando Benidorm y Torrevieja superan el 35% y Alicante o València están en el 30%.

Otro dato que nos facilita la encuesta de Eurostat y que, seguro, tiene que ver con el anterior, es que, al finalizar 2016, Elx era la tercera ciudad del País Valenciano, de las analizadas, con una tasa de paro más alta, el 25%, sólo superada por Elda y Torrent, que rebasaban el 26%. Recordemos que, a día de hoy, sigue habiendo casi 25.000 personas inscritas como paradas, de las cuales más de 14.000 no cobran nada. Probablemente todos estos datos oficiales nos permitan entender mejor la grave situación de crisis económica que se vive en la ciudad y de la cual el comercio, en cualquier barrio de la misma, se resiente en primer lugar.

Habría que recordar, y el estudio estadístico lo hace, que, a finales de 2015, el porcentaje de personas empleadas, en Elx, en el sector servicios era del 72,57%, mientras que en la industria no llegaba al 20%. Probablemente aquí puedan estar algunas claves de los números que más llaman la atención. La precariedad en una contratación temporal y parcial, tan habitual en el sector servicios, y la persistencia de una economía sumergida que daña a todos, y que nos convierte en protagonistas de reportajes televisivos, en los que no se sabe dar una respuesta adecuada al problema, son elementos a cambiar rápidamente si queremos que Elx y su gente tengan el puesto que se merecen y del que hoy estamos lejos.

Se habla mucho de cambiar el modelo productivo, de adaptarlo a las nuevas realidades, de apostar por la mayoría, de pensar en las personas. Sólo faltaría que, aparte de pensar, también se actúe con mayor diligencia. El Ayuntamiento debería encabezar esta lucha e implicar más a un Consell que sigue estando lejos de Elx. La llegada de los fondos EDUSI es una buena noticia, hay que priorizar su ejecución acertada desde el Ayuntamiento, pero deben venir más ayudas y subvenciones desde el Consell y, especialmente, del Gobierno central.