Terminada la Liga y la Champions, deberían de entrar los calores del verano, pues no, lo que se ha convertido en monotemático no son los sudores, sino un tsunami originado por la decisión de la Fiscalía, previo informe de la AEAT, de denunciar un presunto fraude en materia tributaria del jugador del Real Madrid, el portugués Cristiano Ronaldo, en cuantía en torno a los 11 millones de euros, y que ya ha sido llamado a declarar el próximo 31 de julio como investigado.

Antes de entrar en faena conviene recordar que según fuentes bastante fiables, estamos hablando del deportista mejor pagado del mundo, con unos ingresos anuales cercanos a los 90 millones de euros (eviten llevarlo a pesetas ). No piensen que todo eso se lo ha pagado el Madrid, ni mucho menos, ahí contribuye también la Federación Portuguesa de Fútbol, pero lo grueso procede de sus derechos de imagen que le pertenecen.

Dicho esto, es preciso aclarar que cualquier persona que resida en España, al menos la mitad del año más un día, sea o no aborigen, está obligado a tributar por el IRPF como el resto de los currantes de este país menos privilegiados, léase artículo 31 de la Constitución: «Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio».

Si el sistema tributario español santifica que cualquier residente en España tributa no sólo por las rentas obtenidas en España, sino por las rentas mundiales, nos va aproximando al meollo de la cuestión; es decir, las cobre donde las cobre, deberán de tributar donde reside, no en Madeira, ni en alguna sociedad off-shore domiciliada en un territorio de fiscalidad nula o casi nula, sino donde reside, en España.

La ingeniería tributaria tan de moda en algunos despachos profesionales del área tributario para evitar la fiscalidad vigente en este país al amparo de que todo es conocido por la AEAT y que, en consecuencia, no existe maldad, léase dolo, y que todo se reduce a una discusión administrativa fuera del ámbito penal, y que el pago es como un confesionario en el que se vende la absolución ab eternis, o que el investigado aduzca que no sabe de impuestos y que lo ha puesto en manos de grandes profesionales y minutas abusivas, no impide, sino que exige, que en sede judicial se dirima si el dolo es de los consejeros, del inculto en materia tributaria, de ambos o de ninguno de los dos y vuelva a la vía administrativa y se calmen las aguas.

Larga es la lista de famosos denunciados por delito contra la Hacienda Pública desde el advenimiento de la democracia, ¿se acuerdan de la gran Lola Flores que animó a los españoles a donar para ayudarla a pagar impuestos, algo menos de 600.000 ??, y en la mayor parte de los casos los fallos de los tribunales ?no digo de la Flores, que se libró por una sentencia del Constitucional que declaraba ilegal que los cónyuges tuvieran que declarar en tributación conjunta?, han sido a favor de Hacienda.

No quisiera despedirme sin mencionar a un muñidor, también portugués, representante del investigado, Jorge Mendes, y además de Pepe, Di María, Coentrão, Carvalho o Falcao, quienes también han sido investigados por el fisco español. No comment.

Para despedirme, no quisiera olvidar a otro portugués, en mala hora entrenador del Madrid, una mamba sin antídoto, a quien el fisco no le dice que pague, sino que pase por el Juzgado y declare? y luego pague.

Un último pensamiento: que alguien aconseje a CR7 de que huir de este país no le liberará de responsabilidades penales.