Desde comienzos de 2015, la llegada a costas europeas de personas que huyen de zonas en conflicto, principalmente, de la guerra en Siria, y que buscan protección internacional en nuestro continente, ha sido constante. Desde 2012 se ha cuadruplicado el número de personas que en todo el planeta se ven forzadas a escapar de guerras, desastres naturales, hambre, pobreza, persecución política, sexual o religiosa. Se trata de vidas permanentemente amenazadas, para quienes la difícil decisión de abandonar sus raíces es la única opción para seguir viviendo.

Frecuentemente, las personas forzadas a migrar se enfrentan a situaciones de extrema vulnerabilidad, incluidas la explotación, la prostitución y la trata de personas. Sus derechos humanos, exactamente los mismos que los nuestros, se ven peligrosamente violentados, sobre todo en los grupos de población más desprotegidos como la infancia, las personas mayores y las personas dependientes. A lo largo del camino y en las sociedades de acogida, es frecuente que estas personas sufran estigmatización, racismo y criminalización.

Todos los días, pero sobre todo hoy, Cruz Roja quiere mostrar su total compromiso con las personas forzadas a abandonar sus hogares e ilusiones para emprender su huida a un destino incierto, independientemente de su situación administrativa. Cruz Roja se posiciona y se posicionará siempre del lado de aquellas personas que no tienen voz y se compromete a dar asistencia y acompañamiento en el origen de los desastres y conflictos y a lo largo de las rutas migratorias. Además, queremos hoy transmitir nuestro firme sentido del deber en la atención y recepción en nuestras localidades a todas las personas que se encuentran en esta situación. Para ello, en este momento y desde muchos rincones de nuestra provincia, hacemos llegar este llamado:

?Animamos a que todas las localidades de la provincia de Alicante sigan avanzando en la construcción de una ciudadanía global y consciente que rechace la exclusión que afrontan muchas personas migrantes, abogando por la igualdad de oportunidades, la integración y las buenas relaciones comunitarias.

?Invitamos a nuestros vecinos y vecinas a reflexionar sobre nuestro pasado reciente y recordar que muchas de nuestras familias también fueron migrantes. Animamos a confiar y colaborar con las organizaciones sociales que siguen apoyando estas causas con compromiso y responsabilidad.

?Instamos a contemplar este proceso integrador como una oportunidad para mejorar como sociedad y que nuestros hijos e hijas hereden un futuro más libre.

?Alentamos a las autoridades a cooperar estrechamente con las organizaciones de la sociedad civil a fin de asistir, proteger e integrar a personas forzadas a migrar y contribuir a los acuerdos alcanzados en materia de acogida y derecho a protección internacional.

?Del mismo modo, aspiramos a que se retomen los compromisos en relación a la apertura de vías de acceso legal y seguro que eviten poner en riesgo la vida de las personas migrantes.