La tragedia ocurrida el sábado en Aire Sur l'Adour vuelve a teñir de tristeza el mundo del toro y a confirmar que en el toreo se mata y se muere de verdad. Iván Fandiño, el último torero vasco de renombre, conoció las mieles del triunfo cuando en 2011 cortó un trofeo durante cuatro tardes seguidas en Madrid, plaza de donde sería sacado en hombros tres años después. Esa misma temporada realizaría su único paseíllo en la plaza de toros de Alicante obteniendo un gran triunfo al cortar las dos orejas al toro de su presentación y cuajar una gran faena al sexto, con el que falló a espadas. Esa faena resultó un compendio de la tauromaquia del de Orduña, basada en el mando y la profundidad en el toreo fundamental. Su toreo al natural resultó el mejor de aquella feria.
Fandiño nació en Orduña (Vizcaya) el 29 de septiembre de 1980. Sin tradición taurina en su familia, se aficionó a los toros a los 14 años tras despuntar como pelotari en su juventud. Su primer traje de luces lo vistió en Llodio (Álava) el 16 de agosto de 1999 tras forjarse en las capeas de los pueblos. Debutó con picadores el 2 de junio de 2002 en su localidad natal, Orduña, y la alternativa la recibió el 25 de agosto de 2005 en Bilbao. Hasta llegar a posicionarse en los primeros puestos del escalafón, la carrera de Fandiño se forjó bregando con las corridas denominadas «duras». Poco a poco fue ganándose el respeto de los compañeros y los empresarios, siempre de la mano de su amigo y apoderado Néstor García, fuera de las grandes casas de toreros y ganándose, por tanto, los contratos a golpe de triunfos.
Las temporadas de 2011 y 2012 situaron al diestro caído en los carteles más importantes: Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao, Salamanca, Guadalajara, Toledo, y también en tierras francesas (Dax, Bayona, Mont de Marsan, Arles) y americanas (Lima, Cali). Resultó triunfador en Pamplona en 2013 y 2014, y la regularidad en sus triunfos le llevó a obtener dos años consecutivos la prestigiosa «Oreja de Oro» al torero más destacado del año fallada por Radio Nacional de España.
Iván Fandiño también fue profeta en su tierra, y en Bilbao cuajó importantes faenas, e incluso llegó a matar en solitario seis toros, gesta que repitió ese mismo año en Valencia y más recientemente en Bayona y Guadalajara. Fue otra encerrona la que supuso el mayor bache en su carrera, cuando en 2015 se anunció con seis astados en Madrid a comienzo de temporada. Esa tarde en blanco le llevó a apearse de los primeros puestos del escalafón y de los grandes triunfos en las ferias, y solo a final de 2016 se adivinó un repunte en su tauromaquia precisamente en su tierra, con una faena a un toro de Jandilla en Bilbao. Tres tardes había realizado el paseíllo en esta temporada en Madrid, lo que da muestra de la importante apuesta del torero vasco. Había toreado recientemente en la feria de Riobamba (Ecuador), y su última puerta grande la atravesó el pasado 11 de junio en la localidad mallorquina de Inca.
El toro se ha cobrado otra vida de un torero, el segundo español en los últimos doce meses, ya que el 9 de julio de 2016 un astado de Los Maños segaba de raíz la juventud de Víctor Barrio. El astado causante de la tragedia el sábado en la localidad francesa de Aire Sur l'Adour pertenecía a la ganadería de Baltasar Ibán y al lote de su compañero Juan del Álamo. Fandiño estaba realizando un quite por chicuelinas cuando se trastabilló por un golpe del toro con los cuartos traseros con su propio capote y cayó al suelo, donde el animal lo prendió por el costado derecho infiriéndole la mortal cornada que le afecto a hígado, riñón y pulmones. Era el tercer toro del festejo, se llamaba «Provechito», estaba herrado con el número 53, era negro y nació en marzo de 2013.
Como anécdota, Iván Fandiño realizó un par de incursiones en el mundo de la música: grabó un videoclip en la plaza de toros de Bilbao junto a la modelo Elena Ibarbia.
