Canadá es un país situado en el hemisferio norte de América, entre el océano Ártico y los Estados Unidos, y que imagino de variado paisaje, con amplias praderas, lagos, ríos, altas montañas y bosques, y del que ciudades como Toronto o Montreal figuran entre mis sueños viajeros.

Y es en ese extenso y bello país donde reside el escritor alemán Eckhart Tolle, autor de la conocida obra titulada El poder del ahora, en la que su autor reflexiona sobre la posibilidad de alcanzar un estado de iluminación, que permita vivir libre de ansiedad y de sufrimiento, ya que nuestra propia mente es la que causa los problemas, con pensamientos que se aferran al pasado, o se preocupan por el futuro, cuando resulta posible ver la vida de un modo diferente y disfrutar del verdadero poder del ahora.

Y es cierto que a veces nos centramos demasiado en el futuro, o nos quedamos dando vueltas al pasado y planteando si deberíamos haber hecho algo de un modo diferente, y ese constante diálogo interno ocupa nuestra atención, cuando el momento presente es el único instante en el que las cosas realmente suceden, mientras el tiempo sigue su devenir implacable. De modo que el secreto para evitar lo anterior está en experimentar conscientemente cada sensación de nuestro cuerpo y de nuestra mente, y gozar cada minuto del milagro de la vida.

Para ello hay que intentar disfrutar con todos nuestros sentidos de cada experiencia, y poner toda la atención en el ahora y en el aquí, que es lo único real, pues todo lo demás en realidad no existe.

Y oigo que canta Alberto Cortez que prefiere más que llegar, pensar que ya va llegando, andar por andar andando, caminar por caminar, mientras reflexiono que efectivamente está bien tener objetivos y proyectos, pero sabiendo apreciar cada instante del camino y del proceso, procurando que el presente tenga un sentido en sí mismo, y que no sea solo un medio para alcanzar el futuro, pues cada minuto tiene su función, por lo que tenemos que intentar sacarle el máximo provecho. De modo que cierro los ojos, en completo silencio, escucho con atención tomando conciencia de todo, y vienen a mi mente imágenes de bellos paisajes que imagino de un fascinante y lejano país de nombre Canadá al que viajo en mis sueños, y puedo oír mi respiración y sentir todas mis emociones, y me relajo y el tiempo se detiene y solo existe este instante, aquí y ahora.