Les advierto que si no están de humor o son muy melifluos, mejor dejen de leer en este momento porque va de ratas.

INFORMACIÓN 22-05-2017: «Las ratas se instalan en el Hort del Monjo. Vecinos denuncian la aparición de nidos de roedores en el huerto de palmeras y piden que se actúe para evitar que se propaguen a otras zonas... Se han visto algunas ratas en la ladera del Vinalopó. Donde son más frecuentes también son en el Puente del Bimil·lenari». Y, antes, INFORMACIÓN 30-07-2016: «Cs exige la desratización de los jardines ubicados en el parque de la Aparadora... Los roedores deambulan por las zonas de juego».

INFORMACIÓN 14-05-2017: «La plaga de ratas en Crevillent se extiende a otros barrios debido a la falta de limpieza».

INFORMACIÓN 13-05-2017 «Vecinos de Juan XXIII alertan de la presencia de ratas por falta de limpieza».

Los avistadores de roedores cuentan las mismas experiencias, que si pasean a plena luz del día en plazas y calles, acampando a sus anchas entre los columpios, confraternizando con palomas, cruzando caminos y senderos de huertos. Todos coinciden en su buen tamaño. Primera conclusión a la que llegamos: que estos múridos se han apuntado a la moda del tardeo, la noche empieza a confundirlas, y la segunda es que gozan de buena salud.

Haberlas haylas desde que, de su Asia originaria, se dispersaron por casi todo el planeta. Las más cosmopolitas son la rata parda y la rata negra con las que cada vez más frecuentemente nos vemos las caras.

Si les pido que me describan a un superhéroe, muy posiblemente dirían que es ágil, capaz de subir por paredes lisas, con visión nocturna, flexibilidad de contorsionista, magnífico saltador, preparado para soportar temperaturas extremas, con astucia y capacidad intimidatoria. Y en realidad me estarían describiendo las características de una simple rata.

En la cultura occidental, las ratas tienen connotaciones negativas, asociada a la idea de suciedad, enfermedad y peligro. La palabra «rata» es sinónimo de interjección malsonante y vulgar, describir a una persona como una rata es calificarla de deshonesta o avara.

Únicas excepciones: El Ratoncito Pérez y Ratatouille, a todos nos caen bien.

Sin embargo, en Oriente la rata es el primero de los 12 animales del zodiaco chino. Según la tradición china, los nacidos en esos años poseerán habilidades o cualidades ratunas. Esto incluye la creatividad, la honestidad, la generosidad, la ambición y la fertilidad. En la ciudad de Deshnoke, al noroeste de la India, se encuentra uno de los templos más singulares del planeta, Karni Mata, un lugar santo ocupado por más de 20.000 ratas que son veneradas como autenticas deidades.

En la mitología hindú, una rata es el vehículo del dios Ganesha.

Ya ven, lo mismo en Oriente percibirían esta invasión como una señal divina. Todo es según el color del cristal con que se mira.

Pero somos occidentales y, dado el grado de convivencia al que estamos llegando, lo mejor es que empecemos a olvidar los miedos. Existen estudios que demuestran que, frente a la creencia de que son antipáticas y repulsivas, son inteligentes, encuentran la salida de manera sorprendente cuando se les plantea un problema, generosas, capaces de renunciar a su ración de comida para ayudar a un compañero, sociables, demuestran su afecto con sus congéneres y limpias. Es el medio ambiente en el que viven la que las hace ser portadoras de gérmenes. Las callejeras sobreviven gracias a su inteligencia y fuerza, con una compleja organización jerárquica y social que les permite sobrevivir a las duras condiciones de la vida subterránea. ¡Qué dechado de virtudes!

Y de repente te acuerdas de que también son propensas al canibalismo, lo que, en sentido figurado, las hace más humanas.

Pero la realidad es la que es y, mientras persista la incursión, a las mamás, o mejor a los abuelos que son los que ahora se ocupan de los niños, se les puede decir para que no se asusten, cuando en el parque se encuentren con uno de estos animales, que son pequeños Batman, porque científicamente no estarán faltando a la verdad.

Y salvo que pensemos que esta proliferación ratonil se deba a una invasión alienígena inteligentemente dirigida esta vez a «ultracuerpos rattus», alguno podría pensar que se debe a una insuficiente limpieza en la ciudad, que aparece en el último informe de la OCU como una de las ciudades donde más ha empeorado en los últimos cuatro años la limpieza, al lamentable estado de las laderas del río de las que recientemente se han extraído 2,7 toneladas de basura, a las deposiciones de animales que adornan el paisaje urbano, a los lanzacolillas, a la maleza que invade el cauce del Vinalopó que están destruyendo el trazado de los senderos... A un cúmulo de cosas.

Ya sé que se anuncian concursos para la remodelación de la zona del río y que la Policía anda detrás de los dueños de perros, poco responsables, pero mientras tanto algún desesperado puede pensar. ¡Que contraten al flautista de Hamelin!