Pues sí, mi amigo Alberto -en su semblante lo detecté como algo consternado- insiste con sus sensiblerías. Nada más y nada menos que me para por la calle, eran las diez en punto de la mañana del domingo 21de mayo (iba con el diario Información en su mano diestra), y, sin más preámbulos, va y me espeta -la cantinela de siempre-: «Me estoy mentalizando a ver si lo logro en no leer el periódico ni oír la radio ni tampoco ver la tele». Otro que tal, autocavilo, a más de uno nos ocurre otro tanto, pero no hay manera. Hay que estar al día por lo que nos pudiera sobrevenir. Los razonamientos que argüía, ni más ni menos -hacíame hincapié-, eran que acababa de ojear los titulares -y eso que solo había ojeado titulares- de un articulazo-reportaje-estudio- que no tenía desperdicio y sensibilizaba al más indolente. Estaba relatado en las páginas 20 y 21 del susodicho diario. Titulares (merece la pena): « El balance de Proyectos Temáticos Etapa PP. Tres Presidentes: Zaplana lo creó, Camps lo engordó -sin tasa ni medida- y Fabra no lo pudo cerrar». Esquematizando: «La empresa del Conselll encargada de gestionar grandes iniciativas de ocio fue una de las estrategias del mandato del Partido Popular. La etapa de Camps disparó gastos y pérdidas».

En recuadro -bueno, más bien en redondo- a los pies de Edu: « Presidencia de Eduardo Zaplana. Periodo 1996-2003. Pérdidas de explotación 66 millones de euros». A hombros de Paco: « Presidencia de Francisco Camps. Periodo 2003-2011. Pérdidas de Explotación 248,9 millones de euros». Al final del reportaje, al pie derecho de Albert: « Presidencia de Alberto -no Carlos , el del aeropuerto del abuelito- Fabra. Periodo 2011-2015. Pérdidas de Explotación 87,5 millones de euros». Total finiquito: 402 millones de euros; es decir, 65.000 millones -digo bien, sesenta y cinco mil millones- de pesetas ¡Alarma social! ¡Irresponsabilidad!

Claro está, la desazón de mi amigo nos sirvió de acicate para leer detenidamente el susodicho -¿otra vez?- trabajo. Entendemos que, por muy flemático que uno fuere, no nos cabe más opción que identificarnos con su malestar. No hay excusa posible a tanto desmán. Lo que no acabamos a entender es el cómo ni por qué se toleran hechos de esta naturaleza. Vamos, que no se exijan responsabilidades a los autores de tamaños desatinos. Llámense Ciudad de la Luz, aeropuerto del abuelito-Castellón, patrocinios deportivos-Fórmula 1, auditorio de Torrevieja, cultural de Benidorm ¡Desesperante! Nos paramos en lucubrar, si de una empresa privada se tratase? ¿Dónde estarían sus dirigentes? Como menos purgando rejas. Más desesperante todavía; esta pléyade de personajes, ahí siguen, viviendo a la sopa boba. Trepando sinecuras. Y cobrando?

Ahora bien, tanto descalabro, incompetencias e irresponsabilidades los/as arreglan el actual presidente de la Generalitat (aunque después de la derrota de su «jefa» Susa?) un tal Joaquín Puig, imponiendo «parlar en valensiá», es la «solusió». O también, por qué no, ese del flequillo en la frente, de apellido algo así como Puig de?, también presi, en este caso de Cataluña.

Otro sí digo: Las «presuntas» corrupciones en la Comunidad madrileña, los Pujoles en Cataluña y los eres andalusís, en cierto modo, han adormecido las «presuntas corruptelas» valencianas. Hay tantos frentes-carnada donde acudir?, que unos solapan otros.

El chiste. Rajoy declarará -como es habitual- por videoconferencia, como testigo en la vista oral en el caso Gürtel. Los «razonables» argumentos: El desplazamiento a la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) supondría un despliegue importante de recursos, crematísticos, entre otros. Resumiendo, la distancia kilométrica desde Moncloa a San Fernando, supone un gastazo que el erario público no podría soportar. Aunque hay quien dice que como se le ve muy deportista también podría ir haciendo «footing», mejor dicho, corriendo.