Los casos de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas siempre han sido populares entre los letrados de turno de oficio. Populares, porque son a los que con más frecuencia se enfrentan los abogados en las guardias de asistencia al detenido. Hace tan sólo dos décadas los detenidos por conducir ebrios eran prácticamente todos varones. Ahora no, ya lo ven que la pretendida equiparación entre hombres y mujeres engendra también algún hijo no deseado, como éste. Ya lo hemos conseguido, señoras, ya hay tantas mujeres como hombres idiotas al volante. Dudoso mérito.

Recuerdo alguna anécdota judicial de mis primeras andanzas en el turno de oficio hasta cómica. Es cierto que algunos de los detenidos en los controles de la policía que van conduciendo borrachos están graciosos. O, al menos, así los miraba yo entonces, con los ojos indulgentes de la juventud. Uno no recordaba ni cuántos hijos tenía, otro fue detenido otra vez borracho con la sentencia condenatoria aún caliente, e incluso hubo uno que juraba que no había bebido una gota y achacaba la embriaguez al vinagre de los boquerones. Tiene gracia, ¿no? Pues no. Ni puñetera.

Parece que, a pesar de las campañas de concienciación de la DGT, algunas de las cuales son francamente impactantes, y del tiempo que lleva incorporado al Código Penal el delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, sigue habiendo demasiados casos de conductores detenidos por ir condiciendo bebidos. Seguimos tomándonoslo a chufla. Algunos de estos insensatos provocan terribles accidentes, como el acontecido al equipo de ciclistas de Xàbia el pasado fin de semana, que fue arrollado por una conductora que salía de la discoteca a las ocho de la mañana. Esta conductora se los llevó por delante, pese a circular por el carril contrario. A causa del fatal accidente ya han fallecido tres ciclistas y otros dos siguen graves en cuidados intensivos. Ya ve, el mundo al revés, usted sale a hacer deporte un domingo temprano y llega un borracho y se lo lleva por delante. Tan triste como real. Espero que se haga justicia y que dejen a la individua una larga temporada reflexionando a la sombra, más que nada por el peligro que entraña que alguien así, con antecedentes por el mismo delito, ande suelta por la calle. Ojalá le caiga encima todo el peso de la ley, por las funestas consecuencias de su insensatez. Y mis condolencias a las familias de los fallecidos.