Que la nuestra es una ciudad industrial no lo pone en duda nadie. Otra cosa es que siga siendo principalmente industrial. De una actividad que, como la del calzado y todas sus industrias auxiliares, acapare y casi monopolice su capacidad productiva. Elx ha cambiado mucho en estos últimos años, ha crecido de forma espectacular y ha diversificado las actividades laborales en una ciudad con gran cantidad de mano de obra.

Sigue habiendo industria, pero no toda la ciudad depende de ella como antaño parecía. Se han abierto otras posibilidades de trabajo. La reconversión del sector calzado se ha ido produciendo casi «por libre» y ahora queda lo que queda. Que no es poco, pero no es suficiente. Y, en todo caso, lo que no se ha conseguido es atraer, suficientemente, otras industrias diferentes a la tradicional que sirvieran para diversificar y potenciar actividades industriales alternativas que, al mismo tiempo que ofrecieran trabajo, sentaran las bases de ese nuevo «renacimiento industrial» que se ha echado en falta tantas veces.

Y no es un problema nuevo. Los datos oficiales nos hablan de una realidad consolidada. La afiliación a la Seguridad Social al cuarto trimestre de 2016 nos dice que había, en Elx, 77.319 personas dadas de alta. 42.338 hombres y 34.981 mujeres. De ese total, la afiliación, por ramas de actividad, es la siguiente: en Agricultura, 1.803 personas; en Industria, 14.602; en Construcción, 4.346; en Servicios, 56.377 y en 191 casos no consta la actividad.

El dato es concluyente: las personas que trabajan en los distintos sectores que comprenden los Servicios, especialmente el comercio, la hostelería, administración, etc., suponen casi cuatro veces más que las ocupadas en la industria.

El diario INFORMACIÓN ya destacaba, al inicio de este año, que durante 2016, 6 de cada 10 nuevos contratos en Elx lo fueron en Servicios. Se hicieron casi 72.000 nuevos contratos y más de 47.000 lo fueron en el sector Servicios, casi el 65,5%. Lo preocupante es que de esos contratos el 89,85% lo fueron temporales y, lo que es peor, a tiempo parcial, el 48,15%. El trabajo que se crea es en precario y de poca calidad.

Y la tendencia sigue en 2017. En los tres primeros meses se han hecho 18.030 contratos de los que 11.311 han sido en Servicios; 4.748 en Industria; 1.483 en Construcción; y 478 en Agricultura, según datos que facilita

CC OO en Elx. Somos, por tanto, cada vez más, una ciudad de servicios más que una industrial. Y ello debe obligar a replantearse muchas cuestiones a mucha gente: industriales, sindicatos, Ayuntamiento, administraciones, etc.

El sector servicios, especialmente el ligado al comercio y la hostelería, está muy expuesto a una gran precariedad, bajos salarios y condiciones laborales como temporalidad y a tiempo parcial. No suelen ser actividades que creen valor añadido ni tengan un futuro muy consolidado. Por el contrario, la industria, y no sólo el calzado, lógicamente, permitiría mejor expectativa para los empleos creados y unos beneficios colaterales que pueden tener enormes ventajas.

Hay que potenciar la industria existente y buscar otras inversiones que refuercen y diversifiquen la presencia fabril en nuestro municipio. Un reciente informe del Ministerio de Industria nos dice que sólo el 11,2% de las firmas del calzado y el cuero apostaban por la inversión en I+D, y que éste era el último de los 21 sectores analizados en este tipo de inversión. Es posible. El sector no goza de grandes recursos ni, tal vez, la suficiente información y ayudas. Es una tarea urgente a acometer. El Ayuntamiento, en colaboración con otros agentes sociales, debe ser más activo en la búsqueda de inversiones que se puedan instalar en Elx y permitan otra oferta laboral con más proyección de futuro y mejores condiciones para sus trabajadores y, de paso, para el conjunto de la ciudad.

Elx no puede quedarse con sólo una ciudad de servicios y una actividad industrial con menor peso cada día. Hay que diversificar y complementarse en ambos sectores. Tenemos las condiciones para ello.