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Mariola Sabuco

Muchas gracias, señor Ortega

El propietario del grupo Inditex, el cuarto hombre más rico del mundo, Amancio Ortega, ha decidido compartir su fortuna con todos donando 300 millones de euros para la compra de aparatos de última generación con los que combatir y prevenir el cáncer en los hospitales públicos. Resonancias, TACs, mamógrafos, aceleradores lineales..., tecnología que servirá para reducir las listas de espera para la detección de una enfermedad en la que el retraso de un mes, no digamos ya de un año como ocurre frecuentemente en las mamografías, te puede acercar más a la muerte. En la provincia de Alicante se quedan diez millones, seis de ellos en el Hospital de San Juan -centro de referencia provincial en Medicina Nuclear-, gracias al trabajo de la anterior gerente, Isabel González, hoy directora general de Alta Inspección Sanitaria. Como ciudadana, me siento agradecida de que un multimillonario patrio destine un buen pellizco de su dinero para mejorar la sanidad pública que tanto ha sufrido con los recortes, sobre todo en la Comunidad Valenciana. No resta en mi agradecimiento que la donación le desgrave al señor Ortega en su declaración de Patrimonio, de Sociedades o de la Renta. Todo lo contrario, podría haber dedicado esos 300 millones de euros a invertir en cuadros o a restaurar un inmueble protegido y, probablemente, le saldría más a cuenta fiscalmente. El gesto de Ortega nos hace un favor por partida doble. No solo permitirá inversiones imposibles para la administración pública en estos momentos, sino que pone en evidencia las políticas que estos últimos años se han dedicado a desmontar la financiación del sistema sanitario, pilar imprescindible del pretendido estado de bienestar español. No entiendo a quienes cuestionan a Ortega por hacer pública su donación asegurando infantilmente que el patrón de Zara busca publicidad para sí mismo y para su marca. Más bien parece una decisión encaminada a dar ejemplo entre las grandes fortunas del país. Somos así de contradictorios, criticamos al empresario gallego por hacer algo que alabamos y aplaudimos cuando lo hace Bill Gates en EE UU. Por mi parte, como paciente y usuaria de la sanidad pública, muchas gracias, señor Ortega.

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