El Medio Maratón de Elche demostró ayer que lo tiene todo para ser una referencia de este tipo de pruebas. El recorrido rodeado de palmeras, un circuito relativamente llano que permite realizar buenas marcas y la gran animación que hay durante los 21 kilómetros con el gran espectáculo final en el Paseo de la Estación dejan encantados a todos los atletas que participan.
La base está puesta y después de algunos años de estancamiento, en la últimas ediciones ha crecido de forma considerable con actividades paralelas muy atractivas que invitan a disfrutar de un fin de semana completo en tierras ilicitanas.
La ilusión de la organización es llegar a los 5.000 participantes, una cifra que esta todavía muy lejana, pero que es posible conseguir si se pulen algunos detalles. Sobre todo de promoción.
El Club Atletismo Decatlón pone todo su empeño y cuentan con miembros que conocen perfectamente la idiosincrasia de las pruebas de estas características como son Pedro Lapaz o Javier Conejos. Luego, cuentan con numerosos colaboradores y trabajadores incansables como Paco Sánchez, al que encuentran cada vez que buscan. Tienen un grupo de chavales del club que se vuelcan en la preparación, a pesar de que el sábado, hasta altas horas de la noche, estaban montando la línea de meta, en la que no faltó Lapaz. Sin olvidar a los hermanos Juan Carlos y Pedro Antonio Esteso que pueden ayudar a traer atletas de élite
La Fundación del Deporte Ilicitano muestra su colaboración con otro trabajador incansable como Tomás Espinosa.
Los cimientos están, además de la emotividad que significa participar en el medio maratón más antiguo del mundo. Elche es una de las ciudades de España con más atletas populares por metro cuadro. La ladera del río Vinalopó es un lugar incomparable para entrenar. Pero con eso no es suficiente para llegar a los objetivos deseados y a la meta de los cinco mil corredores.
Promoción
La publicidad y la ayuda a la Prensa para que promocione la carrera es fundamental. Y en eso al Medio Maratón de Elche le falta todavía mucho. Por ejemplo, se ha echado en falta una presentación oficial en los días previos a la carrera, un lugar para que los profesionales de los medios de comunicación puedan seguir la prueba y hacer su trabajo como corresponde, sin la algarabía de que cualquier persona, con móvil en mano o fotógrafos no profesionales, enturbien la labor de los que realmente van a trabajar.
Hay que vender Elche como un lugar para disfrutar del deporte y, a la vez, poder disfrutar de sus encantos. Algo que saber hacer de forma sobresaliente Santa Pola.
No se trata de competir con la villa marinera. Cada carrera tiene su espacio. Además, las dos están separadas en el tiempo. Una se celebra en enero y otra en abril y pueden ser complementarias.
Santa Pola vende turismo deportivo y Elche puede poner en su escaparate la emotividad de ser la carrera de 21 kilómetros más antigua del mundo. Hay que cuidar a los atletas, darle todo tipo de facilidades, mejorar el movimiento en la línea de metras tras un gran esfuerzo físico.
Son pequeñas cosas que hacen crecer las pruebas. Elche lo tiene todo para ser una referencia, pero todavía tiene que mejorar muchos aspectos.
