? El Consell necesita encontrar un nuevo relato, que dirían los modernos. El discurso de la financiación, el de las infraestructuras y el de la lucha contra la corrupción han agotado ya, mediada la legislatura, su recorrido: en algún caso han tomado el protagonismo los empresarios del lobby AVE, en otro los fiscales y jueces y en el de la financiación ahora toca sentarse ya a la mesa común y ahí hasta es posible que, una vez más, la Comunidad Valenciana vuelva a ir por lana para salir trasquilada. El problema es que no sólo ese relato no está, sino que incluso las interferencias hacen muy difícil hilvanar una melodía que no desafine. Hacen falta planes de empleo, pero se habla de presupuesto para reabrir Canal 9. Hacen falta medidas de inclusión, pero el protagonismo se lo llevan los decretos de plurilingüismo. ¿No se hace lo otro? Se trabaja en ello, desde luego, pero de lo que se discute es de esto. La polarización no le viene bien a la izquierda, por mucho que una parte de la secta que todo buen partido asila en su interior crea que sí. Faltan poco más de dos años. Tendrá que haber pronto al menos una crisis de gobierno porque hay departamentos que están agotados y otros de los que no se ha sabido nada desde que arrancó la legislatura. ¿Hay mimbres para tanto?
