El malestar del entorno franjiverde con Toril ha llegado también al palco del Martínez Valero. Los pitos del pasado domingo frente al Zaragoza no se quedaron sólo en las gradas de los aficionados de a pie. En la zona noble hubo quejas que se trasladaron, tanto al presidente, Diego García, como a varios consejeros. La opinión sobre que hay equipo para hacer mucho más y que con el actual entrenador va a ser difícil llegar arriba es cada vez más generalizada. Incluso algunos mostraron el miedo a tener que luchar por salvar la categoría. El consejo de administración, de puertas para afuera, ha mostrado su apoyo a Toril y hasta habla de renovación. Pero a nivel privado el pensamiento es bien diferente. La gran mayoría piensa que se ha configurado una plantilla que no tiene nada que envidiar a la de los mejores equipos de la categoría. Sin embargo, los resultados no llegan. La situación económica de la entidad está frenando cualquier decisión drástica. No se atreven a dar el paso, pero rezan para que la cosa no vaya a peor y finalizar la temporada sin sobresaltos.
