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Un poquito de vergüenza

Nuevamente estamos asistiendo en la prensa a otra racha de información, no del todo afortunada, acerca de esos pasos que debieron abrirse en Arenales del Sol, para que quienes viven más alejados de la playa puedan acercarse al mar sin dar tanto rodeo, legítima aspiración.

Me pregunto por qué dos concejales de Elche se empeñan en plantear el asunto como un tema de buenos y malos. Para ellos son buenos los de las urbanizaciones más retrasadas y malos quienes viven más cerca del mar que, al parecer, no les dejan acceder a él. No debieran olvidar que son concejales de todos, no sólo de unos pocos. No les cae bien ponerse de parte de nadie perdiendo objetividad. Tampoco debieran olvidar que si los vecinos de segunda línea no dejan pasar a los de la tercera, éstos, a su vez, no dejan pasar a los de las calles de detrás y, obviamente, todos pretenden lo mismo.

Y también me pregunto qué pensará mi hijo que vive en cuarta línea cuando ha de dar un rodeo de más de 800 metros para bajar a la playa, porque las urbanizaciones de tercera y cuarta fila no le dejan bajar más rectamente. También esto debiera interesar a los señores concejales

Y es que si a unos les crearon falsas expectativas cuando compraron, diciéndoles que podrían pasar a través de propiedades privadas para acceder al mar; a los otros, a los de delante, debieron advertirles de que, para complacer a aquellos haciendo pasos, les iban a partir las parcelas, separarles las viviendas de los servicios, quitarles sus propios aparcamientos, etc., metiéndoles en una espiral de gasto sin fin, reconstruyendo vallas y edificando nuevas, para que desde los pasos no se entre a robar a las viviendas que quedarían expuestas, etc, etc.

No se cuenta el daño que puede irrogarse a quienes actuaron de buena fe, comprando viviendas en urbanizaciones legalmente construidas contando con las preceptivas autorizaciones administrativas y certificaciones finales de obra. De otro modo, el Ayuntamiento se hubiera opuesto, evidente.

Por qué no cuentan la razón por la que los vecinos de tercera línea

-que machaconamente piden los pasos- poseen en el interior de sus parcelas unos pasillos, que pudiendo servir para que accediesen a la playa los de cuarta línea y sucesivas, sin embargo llevan años cerrados con llave mediante puertas.

Y por qué tales pasillos tienen menos de la mitad de anchura que los que el Ayuntamiento ha pretendido en algún momento abrir a través de las parcelas de delante. ¿Por qué no todos iguales, en su caso?

Dicen que las comunidades cerraron los pasos preexistentes. Quienes afirman tal cosa faltan descaradamente a la verdad. Nunca existieron puesto que los terrenos antes de la construcción de las urbanizaciones eran simples solares.

Tampoco cuentan por qué un buen día se presentaron a las puertas de las urbanizaciones el entonces concejal de Urbanismo, toda una pléyade de operarios municipales, policía, maquinaria de obras, etc. a derribar puertas y vallas y abrir los pasos, teniendo que dar media vuelta y largarse sin más. Sí señores, así fue, a buen seguro desoyendo a los técnicos municipales. Y es que venían por la vía de los hechos, sin el necesario soporte legal, sin un fundamento jurídico que respaldara su actuación. Llegaron por las bravas sin haber hecho los deberes jurídico-administrativos previos que, en realidad, es lo que luego vino a decir la sentencia del Alto Tribunal y no otra cosa como quieren hacernos creer ahora. Califíquenlo ustedes como quieran, pero no se olviden de que el coste de aquella aventurada tentativa lo pagamos entre todos y vive Dios que era susceptible de valorarse económicamente. No diré la fecha de tales hechos a fin de que no aprovechen esto para darse caña los políticos entre sí, que ya está bien.

En el fondo, es el Ayuntamiento el culpable de todo este embrollo, puesto que en su día hizo la ordenación de Arenales del Sol olvidando que también existía el tránsito de peatones. Se diseñaron enormes manzanas que habría que rodear para acceder al mar. Desde la parte alta de la pedanía, en un vehículo se podía ir la playa perfectamente, pero no se pensó en quienes regresan de la playa a pie, con bolsas, sombrillas, niños, etc, con un calor de narices. Creo sinceramente que el Ayuntamiento aunque dispone de los recursos necesarios, desde luego, no tiene la necesaria fuerza moral para derribar después de haberlo hecho tan mal. Y es que tan sólo cuando las edificaciones de segunda línea estaban completamente terminadas y las urbanizaciones consolidadas cayó en la cuenta de incluir pasos en un instrumento urbanístico.

Y? digo yo: si el 99% de los Arenales del Sol está igual, sin pasos, por qué esa fijación únicamente en dos parcelas concretas. ¿Casualidad?

Lo que uno espera de unos políticos de este siglo es que planteen, si es que realmente quieren hacer pasos y no sólo armar bronca a la oposición a costa de los vecinos, la ejecución simultánea, igualitaria, de pasos en todas las manzanas de Arenales, para que todos los vecinos puedan acceder más fácilmente a la playa. Para quien no lo sepa, todo lo que han dicho recientemente en prensa se refiere a facilitar el acceso a los vecinos de una única urbanización. ¿Casualidad?

Y ahora se pretende proyectar la culpa sobre los demás, se oculta la verdad a la opinión pública cuando no se deforma abiertamente, se vuelve a denostados planteamientos maniqueos dignos de otros tiempos, culpabilizando a algunas comunidades de propietarios que verdaderamente no construyeron las urbanizaciones sino empresas constructoras? Y todo para obtener renta política, para golpear al adversario (del signo que sea que ya me da igual) que a esta edad ya no estoy para bromas. Se nos utiliza como arma arrojadiza para la guerra del «tu más». Señores, un poco de seriedad y de rigor, que quienes llevamos tantos años votando izquierdas estamos a punto de sentir un poco de vergüenza, aunque sea ajena.

Es sólo la opinión de un ciudadano de a pie.

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