Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ritos de paso

Málaga la bella

Guardo un recuerdo infantil y lejano, de mi primera visita a Málaga. La ciudad, entonces, era más o menos parecida, en dimensión y habitantes, a la mía, La Coruña. Recuerdo un hostal en el centro, quizás en la calle Larios o en una de esas sorprendentes y enrevesadas que acaban en la principal. Y recuerdo también un hostelero, flaco y alto, con poblado mostacho y pelo entrecano. Mi padre entabló amistad con él, -algo habitual en mi padre, amigar y llevarse bien con casi todo el mundo- y el hombre actúo como nuestro guía particular en sus ratos libres. Después, he visitado muchas veces Málaga, y Málaga forma parte de mi educación esencial porque Málaga es la ciudad de la poesía, de los poetas.

De Salvador Rueda, a Altolaguirre y Prados, que desde la revista "Litoral" inventaron a la generación del 27 y publicaron sus primeros poemas. Málaga tiene una curiosa relación con La Coruña: Picasso, malagueño de nacimiento y coruñés en su esencial formación como pintor. Pero eso es otra historia. "Málaga es "inglesa" y mora/ a la vez que es andaluza" escribió Rueda. "En su torre se abre el día/ y a sus pies se rompe el mar./ Esa es Málaga la bella/ paraíso en que nací;" Málaga se ha convertido en una de las grandes capitales culturales de Europa. Quizás el AVE haya contribuido algo: bonito y emocionante día, 23 de diciembre de 2007, en el que Magdalena Álvarez puso en servicio aquello por lo que tanto había luchado. Sus paisanos se lo agradecieron mucho, y se lo agradecen, lo vi en sus sonrisas y en sus lágrimas de alegría. Hoy me gustaría estar en Málaga porque canta Estrella Morente por primera vez desde la muerte de su padre, el gran Enrique Morente.

Lo hará en la Sala Unicaja de Conciertos María Cristina, una de las joyas arquitectónicas de la ciudad andaluza, una sala coqueta, solo caben trescientas personas, antiguo monasterio de 1489, después Liceo, después Conservatorio, de nuevo monasterio y ahora espacio cultural excepcional. No podré escuchar a Morente, me conformo con su evocación aquí y con el recuerdo de Málaga ¿Qué habrá sido de aquel hostelero amable y hospitalario.

Nos despidió con un viático para proseguir nuestra ruta hacia Jaén y Granada: "Estos bocadillos le vendrán bien a sus hijos" dijo, o algo así, con ese acento único malagueño, "el lenguaje alegre y fresco/ cual leve cinta se enreda/ lo mismo que hacerlo pueda/ el más flexible arabesco."

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats