Pues resulta que el próximo fin de semana -el sábado por más señas- unos avezados, a la par que intrépidos oriolanos, y en plan altruista -la cita es a beneficio de Dinoco, por lo que considero que la ocasión merece la pena- nos conmina a acudir a nuestro recinto cultural urbano más emblemático, el Teatro Circo, para presentarnos, por tercera vez, a una pareja muy «sui generis», casi tan especial como aquella tan «extraña» a la que cantaba Ismael Serrano, el de «papá cuéntame otra vez ese cuento tan bonito de gendarmes y fascistas?». Se trata, ni más ni menos, de una preciosidad de «sagala», con el singular gracejo que tienen las «vesinas» de la Oleza mironiana -¡vamos, la Bella!-, y de un tío más feo que pegarle a un padre a las tres de la madrugada con un calcetín «sudao» y casi tullido; es decir la Bestia. ¡Joder, y yo con estos «pocos» pelos!.

Será cuestión de ir al «mercao» de Los Huertos, hoy que es martes, y comprarme unos «trapicos» -¡total, no soy muy de marcas!- para acudir a la cita, ya que, como reza el dicho, «el dinero y los cojones están para las ocasiones» -¡esta es una de ellas!-. Nada más loable que ayudar, como sea, a una asociación como Dinoco, que está más necesitada que los «espaldas mojadas» mejicanos que quiere cargarse el Donald «Tram» -¡anda, si tiene nombre de pato de dibujo animado, pero con más mala leche!- y que, aunque nadie lo sabía -¡lo han descubierto, por casualidad, los servicios secretos de Lepe, Socuellamos y Torremanzanas, juntos!- es padre de un «sagal» nacido en la mágica Sevilla, que se llama Tiriti; es decir, el mozo responde al nombre de Tiriti «Tram», que, éste sí, es un poco más «grasioso», aunque «grasia», lo que se dice «grasia», por su ascendencia norteamericano/estadounidense -no canadiense-, tiene la justa «pa» pasar el día y poco más. ¡En la Vega Baja se dice que «quien no se parece a su padre -con perdón y sin malicia ninguna- es un cochino»; así es que, ¡a buen entendedor pocas palabras bastan!. ¡Vamos que al Tiriti, aunque sea un poco más «grasioso» que su «papuchi», le falta un cuarto de hora de horno, pero un cuarto de hora justo, porque como se pase de cocción lo mismo sale un «afroamericano» o uno de esos latinos un poco «tisnaos» que tanto le gustan a su papito!. Por cierto, me han «chivao» que, como al Trump le gusta la marcha más que «a un tonto un lápiz» una comparsa -no me han dicho cual, por cuestiones de «potrocolo» y seguridad- le ha invitado para que nos visite en las próximas fiestas de la Reconquista y que, incluso, le dejan un traje para que se enfunde los ropajes tuareg para desfilar en el bando de la media luna. ¡Será posible!. Lo que pasa es que no sé cómo podrá «tapar/disimular» el «flequillo/tupé» tan molón, a la par que delator, porque nunca he visto a un moro tan rubio; a un alemán cervecero sí, pero a un moro no!. ¡Ya veremos cómo lo arreglamos; él que venga y ya veremos cómo lo arreglamos!. De todas formas, me jodería mucho que mi pueblo fuese más conocido por una posible visita de Trump que por ser la cuna -¡y tener la cama!- de uno de los escritores más relevantes del siglo pasado, Miguel Hernández; manda huevos!. ¿Os imagináis?. ¡Los de la CIA, Ocarasa «p'arriba», Ocarasa «p'abajo»!; ¡Beduinos ahora, Almohabenos después, pasando, claro está, por Almorávides y Templarios -que para eso son las comparsas embajadoras de éste año- o Escorpiones y Nazaríes!. ¡Y Pepe Vegara a «to» pijo presentando al Trump, porque, evidentemente, y como no podía ser de otra manera, sería el Realista de Honor 2017!. ¡Tela marinera, Donald!. ¡Me cago «ensima», es mentira y no me hace ninguna gracia que este tiparraco nos visite, pero, en fin, de algo hay que escribir!; ¿o no?.

Lo dicho, un grupo de «sagales» de este pueblo nuestro ha «perdío» la «cabesa» -¡otra vez!- y nos plantean la opción de pasar un rato entretenido en el Teatro Circo, aunque, cuando me dijeron lo que iban a hacer, me pedí ser «la Bestia», pero me aseguraron que ese personaje está adjudicado, por lo que me quedo fuera del elenco, ya que lo que tengo claro es que no puedo ser «la Bella», ¡faltaría más!. Tendré que hablar con mi «amiguete» almohabeno Paco Albaladejo para ver si, por lo menos, puedo ser algo en el «Fantasma de la Opera», aunque creo que los papeles «prinsipales» también están "pillaos". Para una vez que me planteo sumarme al mundo de la farándula no tengo sitio en ninguna de las compañías que «rulan» por el pueblo!. ¡Ah, ya me barrunto por qué no tengo acomodo en ninguno de los grupos artísticos olezanos; va a ser que canto mucho, pero «mu» malamente y eso, en según qué momentos -por ejemplo en la ducha o cuando me «afaito»-, no tiene importancia, por lo que, en esta ocasión, habrá que dejar a los que entienden de estas cosas.