La única alegría que se llevaron ayer los aficionados del Hércules fue el empate del Badalona (1-1). Pudo ser aún mayor la satisfacción porque el rival blanquiazul rescató un punto de milagro, con un gol en el minuto 94 de su partido. El Cornellà ha echado una mano con un resultado que evita que todo se vea perdido cuando todavía se transita por marzo. Pero el conjunto que ahora dirige Luque parece que no tiene solución. El empate en Badalona le deja a seis puntos del cuarto puesto y a siete del tercero, que ocupa el Valencia-Mestalla. Y con todos los equipos de la parte alta el golaveraje está perdido por la manifiesta incapacidad que ha mostrado el Hércules durante la temporada para plantarle cara a cualquier rival con un mínimo de argumentos. Este es el panorama que hay a siete jornadas para el final de la Liga. Un punto más lejos del objetivo cuando queda una fecha menos por descontar en el calendario liguero. Y con más tráfico por el camino, porque el Villarreal B ya ha adelantado a los alicantinos y Atlético Baleares y Lleida cuentan con los mismos puntos. Al menos el inesperado empate del Cornellà deja una pequeña rendija para la esperanza, permite que todavía alguno pueda soñar si el domingo se gana al Atlético Saguntino en el Rico Pérez. Aunque por más favores que lleguen por parte de terceros, no habrá ningún milagro si los blanquiazules no son capaces de corregirse a sí mismos. De no ser por el pinchazo del Badalona, ahora tocaría hablar del punto final del curso, de intentar al menos conservar la plaza que da derecho a disputar la Copa del Rey y de empezar a poner las bases del cuarto proyecto seguido en Segunda B de un Hércules que hace tragarse a sus aficionados campos tan infames como el del Ebro o bochornos como el de hace quince días ante el Prat. Apenas quedan argumentos a los que agarrarse y lo primero que debe hacer Luque es cerrar la sangría a balón parado. Por ahí, en los saques de esquina rivales, han llegado muchas derrotas como esta en tierras aragonesas: Barcelona B, Llagostera, Mestalla? Corregida esta disfunción, toca rezar para que Miñano juegue siempre tan bien como ayer, para que Chechu Flores ejerza de goleador postizo ante la falta de pegada de los delanteros y para que Javi Flores regrese algún día al verde.
