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Marc Llorente

Polivalencia dancística

Ballet flamenco

TEATRE ARNICHES DE ALICANTE

Compañía: Arraigo. Dirección: Begoña Cervera y Eva Fernández.

La tradición y la contemporaneidad en las fusiones dancísticas fluyen con diferentes tipos de piezas musicales como chispas de inspiración coreográfica. Es el ballet flamenco del grupo eldense Arraigo, fundado en 1992, que dirigen las coreógrafas Begoña Cervera y Eva Fernández. Un vídeo nos introduce, y las bailarinas arrancan con las suaves acciones de una mezcla de estilos donde laten la danza contemporánea, los pasos clásicos y algunas figuras del baile español. Braceos, giros, elevación de piernas? El tema «Patricia», del saxofonista de jazz Art Pepper, contribuye a seducir al público del Arniches. Introducida sin especial sentido, una cantante interpreta «Valerie», recordando a Amy Winehouse, y llega un número con maniquíes de trapo y el efecto visual de la luz ultravioleta del teatro negro. El sabor de las músicas del mundo de Peter Gabriel se expone con «My body is a cage», y la variedad en las coreografías, con sus ritmos y movimientos, sigue en pie. Tres taburetes y un sensual trío alientan otras posibilidades de expresión. El «blue Sinnerman», cantado por Nina Simone, también da alas al ballet de Arraigo, o el soul y el pop de «Limit to you love», de James Blake. Se palpa una cierta reiteración a veces en este trabajo coral con pasión y no exento de cambios de vestuario y de determinadas limitaciones. Después, el único bailarín zapatea y utiliza el garrote flamenco. Firme y desafiante, resuelve muy bien. Más tarde vuelve a exhibirnos su buena planta flamenca, la depuración de su baile y sus arrebatos. Ellas vuelven a la carga para airear la estilización de un flamenco con música ajena e ingredientes típicos: taconeos y palmoteos, aleteos de manos, quiebros de cintura? La diversidad, la polivalencia y las indagaciones de Arraigo incluyen la danza oriental del vientre con una mujer que nos muestra su sensualidad junto al garbo y a la flamencura de las otras bailarinas. Oímos «La puerta de los pescadores», de Luis Delgado, y más adelante vemos a unas lavanderas colgando ropa. El baile y el sonido musical ponen en acción un flamenco de uso corriente, y la voz de El Cigala interpreta la versión de «Dos gardenias». Y más salsa aún a la que se une el bailarín.

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