Veinte años ha tardado Canal Sur en retransmitir la gala inaugural del Festival de Málaga, que se celebra desde 1998. El festival, recordémoslo, nació cuando Celia Villalobos era alcaldesa, y continúa a día de hoy con Francisco de la Torre como primer edil, del Partido Popular. En la Junta (en Andalucía nadie añade el apellido) siempre han mandado los socialistas. Lo que a lo mejor algo ha tenido que ver con el asunto. Eso, y que el Festival no se celebre en la capital autonómica, Sevilla, sino en Málaga. Cosas del centralismo. No lo sé. De todo esto algo sabemos por nuestra tierra. La cuestión es que la consejera Rosa Aguilar firmó un acuerdo de última hora con el Festival malagueño, y parece haberse desbloqueado una situación que llevaba demasiado tiempo atorada.
Viendo lo que le cunde al Ayuntamiento malagueño la inversión en el Festival de Cine (la cantidad que aporta no se puede cuantificar con exactitud, aunque es elevada) todavía quedan más en evidencia los políticos valencianos que condenaron al fracaso más absoluto a Ciudad de la Luz. Que por mucho que nos empeñemos sigue siendo París. Y no hay otra.
Según las cifras oficiales que se manejan, nuestra Ciudad de la Luz costó a la administración 265 millones. Para mí que a lo largo de su existencia allí se movieron cantidades muy superiores, pero vamos a quedarnos solo con esa cifra oficial que tantas veces se ha comentado en prensa y que, como una patata caliente, se ha debatido en Bruselas. ¿Cuántos festivales de Málaga podría realizar su Ayuntamiento con esa cantidad? Desde luego, disparando por lo alto y destinando dos millones de euros por ejercicio podríamos decir que habría presupuesto para lo que queda de siglo XXI y para todo el siglo XXII. Aunque quién sabe qué quedará entonces de todos los tsunamis que nos asolan.
El Festival de Málaga es un inmenso escaparate en el que los políticos pueden practicar eso que tanto les gusta: salir en la foto. ¿Será por photocalls? Y hablando más en serio, los cinéfilos malagueños se han beneficiado del evento porque, más allá de los diez días de cine, el Festival de Cine supo impulsar la Cinemateca Municipal, con un criterio modélico. Es el Ayuntamiento, a través del festival, quien remodeló el cine Albéniz, reconvertido en cuatro salas que proyectan en VOSE, los 365 días del año, el mejor cine de estreno.
A partir del próximo lunes 27, cuando se quite la alfombra roja, los malagueños podrán ver en sus pantallas Incerta Glòria, en catalán (esa película de Villaronga que no ha llegado a Alicante ni en castellano); lo nuevo de los Dardenne, Rara, y así hasta ocho títulos simultáneos en sus cuatro salas. Todo el cine de estreno en versión original que ni oleremos por Alicante. ¿Viviremos para disfrutar el cine Ideal reconvertido en un centro semejante?
