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Lorena Gil López

En breve o cuando toque

El inicio de la reposición hace unos días de las placas franquistas en Alicante para hacer cumplir un auto judicial de medidas cautelares no le debió parecer bien a algún ciudadano nada cívico, al que le faltó tiempo para coger pintura e intentar borrar los vestigios de un pasado para olvidar. La plaza de la División Azul y la calle Comandante Franco llevan, pues, diez días manchadas de blanco, mientras que la de Jaime Niñoles amaneció ayer totalmente pintada de morado. Pero no pasa nada, no hay prisa, las pintadas se quitarán «cuando toque», explicaron desde la Concejalía de Limpieza, en manos de Guanyar, tras conocer lo que había sucedido con los dos primeros viales. Claro que sí, con tranquilidad y despacito, «cuando llegue la orden de trabajo», añadieron.

Me resulta curiosa esta postura del equipo de gobierno cuando reacciona de forma totalmente contraria cuando se producen otro tipo de actos vandálicos (sí, lo queramos o no, las pintadas en placas franquistas lo son). Pongo el ejemplo de los desperfectos aparecidos a primeros de año en la placa en homenaje a Miquel Grau en la Plaza de Luceros. Entonces sí, con inusitada celeridad, el tripartito anunció en un comunicado que procedería a «reemplazarla en breve por otra en perfectas condiciones». Vaya, aquí ya no es cuando toque, es en breve.

Que la placa en homenaje a Miquel Grau, que fue asesinado en 1977 tras el impacto de un ladrillo lanzado por un fascista cuando pegaba carteles reclamando «libertad, autonomía y Estatut d'Autonomia», merece ser repuesta está fuera de toda duda. Que debía hacerse en breve, también. Que las placas franquistas deben ser limpiadas en un tiempo mínimo, también debería quedar fuera de toda duda. Pero parece que este tripartito funciona a dos velocidades: si le interesa se mueve más rápido y, por contra, cuando algo no le gusta, porque no va con su ideología, funciona despacito.

Tampoco escuché a ningún miembro de este gobierno progresista salir a condenar los ataques vandálicos a las placas franquistas repuestas tras un auto, que nos puede parecer cuestionable, pero que debemos respetar porque la Justicia debe ser válida en las victorias y en las derrotas.

Claro que cuando toque puede resultar tan ambiguo como premonitorio. Así que cuando toquen las elecciones municipales, igual más de uno se lleva una sorpresa y pasa a la bancada de la oposición, y entonces se preguntará qué habrá hecho para merecer esto, y ahí no seremos tan breves para explicarles el porqué.

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