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José Emilio Munera

¿Cree Luque en los milagros?

Agobiados por los requerimientos y las dificultades para liquidar la deuda con Hacienda, en los despachos del Rico Pérez aún queda tiempo para preguntarse por las causas del desplome y la entrada en barrena de este Hércules, llamado a luchar por la primera plaza y abocado ahora a no perder un puesto para la próxima Copa del Rey. De puertas afuera aún se confía en que Carlos Luque obre el milagro de la cuarta posición, pero en su fuero interno, el club planifica ya la próxima temporada con la convicción de que esta plantilla no cree en su propia resurrección en estos tiempos de cuaresma. Y mientras se endurece el perfil de los futuros fichajes -«pierna fuerte, carácter, cuchillo entre los dientes y tres buenos que no se pierdan media temporada por lesión»-, la directiva busca explicaciones al hundimiento de este vestuario, que se cayó con todo el equipo tras la derrota en el Mini Estadi a comienzos de año, para intentar que no se repitan los errores. El análisis tampoco requiere grandes profundidades. Técnicos y dirigentes coinciden en que las lesiones de hombres como Chechu Flores y Chema y el bajo momento anímico y futbolístico de Peña han dejado sin «alma», sin coraje y sin principio de autoridad a un grupo de perfil psicológico muy bajo. Tan bajo, que jugadores de raza como Checa se han contagiado del «bajón» y la impotencia y han ido muy de más a menos en esta segunda vuelta. Si a las ausencias de los líderes naturales de la caseta se les unen las frecuentes bajas de Javi Flores y Nieto -dos apuestas estratégicas y de alto coste- y la ínfima respuesta de la segunda unidad, que ha rendido muy por debajo de lo previsto, el puzzle del desastre encaja a la perfección. Llegados a este punto, los nueve partidos que quedan de Liga no son sólo nueve finales, sino otras tantas reválidas para los jugadores, que se juegan su continuidad en el club -ahora mismo se trabaja con una previsión del 80% de bajas-, y para el propio entrenador, que se ha encontrado con la gran oportunidad inesperada de su vida. ¿Cree Carlos Luque en los milagros? Hoy lo comprobaremos.

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