En estos días, no cesamos de hablar de igualdad de género, brechas salariales, techos de cristal o de «hormigón» (por la resistencia a roturas), políticas de igualdad, educación desde la más tierna infancia, formación de las mujeres, especialmente las que están en riesgo de exclusión social, concienciación de toda la sociedad para erradicar los roles sexistas, dotación de recursos económicos para sacar adelante todos los proyectos, así como legislación que consagre de «facto» la igualdad real entre hombres y mujeres.

Y podríamos destacar la importancia de los planes estratégicos para la igualdad de oportunidades, que incluyen dotaciones presupuestarias destinadas a promulgar iniciativas relacionadas con la conciliación laboral y familiar, defensa de las víctimas de la violencia de género, o la inclusión laboral de otros grupos o etnias minoritarias y/o desfavorecidas, participación de las mujeres en los ámbitos político, económico y social, etcétera.

Me gustaría resaltar el indudable papel que ejercen los medios de comunicación, puesto que entran diariamente en nuestros hogares, condicionando profundamente nuestra manera de ver la realidad que nos rodea. Tienen una gran relevancia en la construcción de la imagen del mundo que elabora cada persona y que se elabora a nivel de imaginario colectivo. Y nos surge la pregunta, ¿qué imagen nos ofrecen los medios de comunicación de las mujeres?, ¿cómo se representan las relaciones de género? Observando los datos vemos que las mujeres siguen siendo representadas en muchos casos como amas de casa, como objeto de placer y como seres pasivos que se miden por el aspecto físico. Por otro lado, los hombres siguen representando estereotipos como la fuerza, dominación, acción y más desvinculados del cuidado familiar.

Los medios de comunicación desempeñan el doble papel de reproductores y creadores de modelos y roles estandarizados femeninos y masculinos. Por tanto, tienen a su alcance la posibilidad de erradicar conductas discriminatorias, favorecer el empoderamiento de la mujer, concienciar sobre igualdad de género, potenciar la figura de la mujer en los medios de comunicación y en la sociedad, evitar la publicidad sexista, donde el cuerpo de la mujer sea utilizado como herramienta capaz de vender cualquier producto o servicio y un sinfín de actuaciones conducentes a la igualdad real entre personas de ambos sexos.

Estos y otros temas han sido expuestos con motivo de la Conferencia impartida esta semana en Rotary Elda-Vinalopó a la que hemos sido invitadas como ponentes Carmen Lizán, periodista de este diario; Carmen Castaño, pintora; y servidora (quien les escribe este artículo) como concejala del Ayuntamiento de Elda. Asimismo, hemos disfrutado con las actuaciones culturales de Mila Ortuño, Mari Carmen Segura y Carmen Vera. Todas destacadas eldenses, grandes mujeres, grandes profesionales y entrañables personas. Resaltar el arte, la emotividad y el talento de todas ellas. Así como la gran labor social y humanitaria que desempeña Rotary Elda-Vinalopó en proyectos de cooperación internacional, a través de Chambbàa, asociación altruista formada por profesionales sanitarios y cooperantes de la provincia de Alicante.

Espero y deseo más pronto que tarde, que se haya erradicado definitivamente la desigualdad entre hombres y mujeres.