Mañana viernes, con la patronal Coepa como anfitriona, Alicante será sede de un encuentro que reunirá a las confederaciones empresariales de Valencia, Murcia, Andalucía (la de Almería, en concreto) y la propia provincia. Al margen del desencuentro que mantienen en la actualidad las organizaciones de empresarios de Valencia y Alicante, la reunión será preparatoria de una cumbre posterior en la que las entidades del Arco Mediterráneo pretenden poner en común las cuestiones que les son afines, con el corredor ferroviario como asunto de cabecera para su posterior reivindicación ante las administraciones de tres comunidades autónomas y ante el Gobierno que preside Mariano Rajoy.
De entrada, y en pleno debate entre Alicante y Valencia sobre la legitimidad patronal y la independencia empresarial con criterios territoriales, el encuentro parece una reedición de aquella veleidad de la Transición, en pleno debate sobre la España de las autonomías, de desanclar el Sureste del Norte mediterráneo. La presencia confirmada del presidente de la ahora autoproclamada patronal autonómica, Salvador Navarro, descarta que vaya a debatirse frente alguno en ese sentido, aunque a algunas asociaciones sectoriales de Alicante no les faltan ganas de enseñarle a Valencia los colmillos de la secesión.
Como apuntamos hoy en las páginas de Economía, la relación de intereses comunes entre Valencia, Alicante, Murcia y Almería no es pequeña: el agua, el Corredor Mediterráneo, las comunicaciones, el peso de la industria hortofrutícola... A la reunión del viernes le seguirá otra la semana próxima, esta vez en Murcia y liderada por lo que a esta comunidad toca por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), para presionar una vez más por la consecución del eje ferroviario que facilitaría el transporte de mercancías por toda la franja costera de esta parte de España.
Con independencia de los intereses particulares de cada área geográfica y organización, este tipo de iniciativas revelan que puede haber reivindicaci0nes empresariales creíbles y coherentes sin que medie la tutela del Gobierno de turno, o sin que parezca que detrás de cada pancarta que sostiene la patronal se esconde el interés de un partido político. Esas son las cuestiones que los empresarios de la Comunidad Valenciana están esperando de sus dirigentes.
