Nos han pegado un golpe de Estado económico y social del que no hemos querido enterarnos, mientras los golpistas camPPan a sus anchas. Un golpe a nuestros derechos constitucionales, los más sagrados, dicen, para contrarrestar a Cataluña, pero no a los derechos de los trabajadores, parados, desahuciados, personas que están en el umbral de la pobreza, a los pensionistas, al empleo digno, según los derechos reconocidos en los convenios colectivos. Un golpe económico a la enseñanza pública, universal y de calidad para todas las personas

Tenemos un presidente que más que parlamentario es un «lectamentario», porque cada vez que lee la chuleta que le preparan no acierta ni una, y encima se lo cree. Pero, además, nos quiere hacer creer su visión del país? que choca con la realidad. ¿Alguien ha escuchado en el Congreso mención a los que sufren la crisis en este país?

Un golpe de Estado económico, o acaso, desde que gobiernan, ¿no ha bajado el poder adquisitivo de las pensiones? ¿No ha subido la cesta de la compra real? ¿No siguen desahuciando? ¿No se han tenido que refugiar los parados en casa de los padres pensionistas? ¿No se llenan los comedores de Cáritas, Cruz Roja y comedores de voluntariado? ¿ No han degenerado el empleo y los derechos?

Suben los cotizantes, dicen Rajoy y Fátima, y yo digo que ese despiece no es una mejora, sabemos que de un contrato indefinido salen tres eventuales y precarios. Además, lamentablemente ese aumento no implica que suban las cotizaciones y la recaudación. Si tanto aumenta la bolsa común, ¿por que ha saqueado este Gobierno el fondo de las pensiones?

¿Por qué no hacen que paguen los que practican la economía sumergida y competencia desleal entre las mismas empresas y los corruptos? Con este golpe han desestabilizado y desregulado la estabilidad del empleo con contratos de una, dos o tres horas. ¿Quién va a conseguir cotizar más de 15 años para tener una pensión mínima digna?

¿Por qué no aumenta los ratios de la Inspección de Hacienda y de Trabajo, que llevan sin actualizar hace años? ¿No les da vergüenza? ¿Por qué no persiguen a los que hacen la renta anual camuflando ingresos varios y en paraísos fiscales con el mismo celo que escrutan a los más débiles? Toda persona trabajadora que tiene una nómina paga, ¡dejen de ser hipócritas!

Un golpe de Estado a los derechos de los trabajadores y a sus salarios, jornada, incentivos, trabajar por objetivos, destajos, tiempos medidos, precio hora extra reconocido en convenio, etc. Es decir, como aseguraba el condenado por estafas varias y expresidente de la patronal española, Díaz Ferrán, «hay que trabajar más por menos».

En la comarca del Vinalopó agazapados en sectores manufactureros, o en servicios, esto abunda mucho. Los mismos que se han enriquecido aprovechando la crisis, como ilustran las estadísticas sobre descenso de salarios y poder adquisitivo entre los más débiles y trabajadores en precario, contando con el beneplácito de Rajoy y Fátima.

Un golpe al sistema público de salud, publicitando la gestión privada como sinónimo de rentabilidad y de calidad, mientras experimentamos las consecuencias de una gestión pésima, basada en el negocio, carcomida de corrupción y abaratamiento de gastos a costa de profesionales y usuarios.

Para muestra el botón del Hospital General Universitario y el Hospital del Vinalopó, cuyo personal padece las consecuencias de una contratación en precario, y salarios diferentes con la misma profesionalidad. El colmo es la culpabilización de la población usuaria, como si enfermásemos por temporada o por gusto!

Todo esto es lo que nos han quitado y desreglado con el golpe económico y, encima, como si fuésemos tontos, para el medicamentazo sacan un baremo de entre 20.000 y 100.000 euros. ¿Acaso este tramo es justo? ¿Por qué no hacen tramos de 10.000, 20.000, 30.000, etc.? Sobre la pobreza, comedores que hace Cáritas y voluntarios, ¿no opinan nada? Insisto, ¿no les da vergüenza? No, no les da.

Aznar decía: «¡España va bien!», y recuerdan la especulación del suelo. Pues Rajoy no sabe nada, hay que seguir con la reforma laboral. Traducción: más inestabilidad laboral, precariedad y sin derechos, los demás son los que mienten, etc.

Este golpe de Estado económico será, está siendo, mortal para los colectivos más vulnerables, pero el padecimiento de la gestión de este Gobierno es generalizado entre quienes dependen de un salario y unos servicios públicos dignos y sostenibles. Por favor, no nos equivoquemos más, el voto es el que manda, hagamos que lo respeten.