Son muchas las ocasiones en las que los problemas siguen sin resolverse porque ni las personas ni los grupos ponen lo que está en sus manos para ceder lo que tengan que ceder en sus respectivas posiciones para conseguir el éxito final y desbloquear el problema. Y no se trata tanto, en consecuencia, de que el problema sea irresoluble, porque todos los problemas tienen solución, sino de que las personas y los grupos no ceden en sus puntos de vista y hacen que el final del túnel no pueda verse nunca por falta de colaboración recíproca.

La técnica del bloqueo o «blocking system» provoca un retraso siempre perjudicial a la hora de avanzar en la consecución de objetivos positivos que ven en las férreas posiciones de las partes un freno que no se levanta nunca, Y esta forma de actuar la hemos visto recientemente en nuestro país en muchos terrenos, tanto en el político como en otros foros, donde no empieza a recorrerse el camino por las dificultades en ceder en las posturas de las partes en el conflicto. Y ello, aunque se sea consciente de que las situaciones tienen que avanzar y que los parones en el tiempo no benefician a nadie, y que lejos de hacerlo perjudican a todos. Tanto a quienes están enfrentados como a la colectividad que les rodea, ya que si el perjuicio fuera solo a efectos internos entre las partes contendientes al resto no les perjudicaría, pero suelen ocurrir muchos casos en los que esos enfrentamientos provocan unos efectos colaterales al resto que determinan perjuicios difícilmente reparables luego.

Esta es la historia de muchos casos a lo largo de la vida de las sociedades y de las civilizaciones que han provocado serios retrasos a la hora de resolver problemas de todo tipo en la vida de los ciudadanos, que ven indefensos cómo sus problemas siguen sin resolverse y permanecen anclados mientras las partes siguen dándole vueltas a sus posicionamientos respectivos sin ceder ni tan siquiera un ápice en sus puntos de vista, hasta que al final un detalle interno o externo provoca que una de las partes no tenga más remedio que ceder para seguir avanzando, siendo esta postura la más inteligente, la más práctica y la más sensata para salir del cerrojo. Y es que, al final, de mantenerse en su posición cada uno, no solo pierden los dos, sino que pierden todos los que les rodean, y si se trata de un tema general pierden todos los ciudadanos. Porque en toda negociación siempre hay un punto donde se puede ceder si se quiere buscar una solución. Otra cosa es que encontrar esta no sea el objetivo de una de las partes, sino que este sea mantenerse en el conflicto buscando otros fines, lo que convierte al final en perversa esa postura en la propia negociación. Esta técnica del «cierre de búsqueda de soluciones» es una técnica que se utiliza por quien piensa que al final la otra parte cederá y convierte la negociación en una situación rocosa por la que no hay ninguna arista para salir del problema y lo acaba eternizando. Se trata de una técnica utilizada por grupos y personas a la hora de negociar cualquier tema y que no es nada recomendable si se pretende buscar una solución. Porque siempre hay un punto intermedio que se puede y debe encontrar en toda negociación para avanzar en esta y resolverlo. En todo conflicto siempre existe un camino por el que se debe circular para acabar con el enfrentamiento, pero si cada uno circula por un camino distinto el «punto de encuentro», como suele denominarse a aquél donde los dos confluyen para buscar la luz, no termina de encontrarse, y mientras tanto las dos partes se ponen a moverse por caminos que no tienen puntos de encuentro de ninguna manera, mientras el tiempo va pasando siempre en perjuicios de los dos.

Por una de las partes suele decirse, como excusa de este proceder, que no tiene prisa para arreglar el problema, pensando que al final la otra parte acabará cediendo en su posición y vencerá quien utiliza el retraso como arma arrojadiza para acabar venciendo en su posición, pero cuando esta forma de actuar perjudica a terceros o a la propia esencia de la solución la búsqueda del paso del tiempo como herramienta para conseguir vencer en la posición del que lo utiliza como técnica acaba siendo nefasta para el objetivo final. De ahí que sea preciso abrir una reflexión sobre las técnicas de solución de conflictos y tener siempre líneas de encuentro en la solución de los problemas, sobre todo cuando estos afectan a la sociedad mucho más que a las personas que intervienen en el conflicto concreto. Y este es el objetivo que debemos tener en cuenta siempre? porque no hay otro.