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Cómo arruinar triunfalmente un plan de lectura

Me imagino al secretario de Estado de Cultura, Fernando Benzo, atacado de ansiedad, angustia y desesperación porque le acaban de encalomar que prepare un nuevo y enésimo plan de lectura para la felicidad de los españoles todos. Tranquilo: aquí estoy yo para echarle la mano que precisa. No pasa nada. En un santiamén, listo. Que no cunda el pánico. El marrón que le endilgan se debe a que el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas constata que un 39,4% de los ciudadanos de la patria mía no leyó ni un libro en 2015. Algo barruntábamos los trasnochados pesimistas de costumbre al ver que en un tuit Rajoy aconsejaba visitar una exposición sobre José Luis Borges (y no Jorge) o que otro mensaje de La 2, televisión pública, felicitaba a Ramón Mendoza (y no Eduardo) por haber obtenido el "Premio Cervantes". Y eso no puede ser. Así que manos a la obra. A leer tocan de nuevo. Mas nunca negó un servidor la mano a quien en apuros se hallare. Déjese, señor Benzo, de romperse la cabeza para alumbrar la panacea lectora. Nada de hacer las cosas en profundidad y cortando por lo sano. Heme aquí con la solución definitiva: encargue usted unos cuantos anuncios televisivos para promocionar la lectura. ¿Que eso es lo que se ha hecho siempre y sin resultado positivo alguno? Sí, pero no eran spots como los que yo le propongo. Atento, que van. 1º.- Plano de Messi driblando a siete contrarios en un palmo de terreno y marcando por la escuadra. Sus compañeros corren exultantes a abrazarlo. Los detiene con gesto pampero.

Saca el "Madame Bovary" que escondía bajo la camiseta. Lo muestra a Suárez, Neymar y compañía. Vuelve la cara hacia la cámara. Y con ese acento y timbre viril que Dios le dio se explica: "Mi precisión en la cancha me la enseñó la exactitud del párrafo de Flaubert. Lee y gambetearás como yo". Plano final caminando Messi, absorto en la novela, hacia el banderín de córner. (Sustitúyase en Madrid por Cristiano Ronaldo y Griezmann). 2º.- Plano de Carlos Sobera leyendo "La Regenta". Camareras y barman ensimismados al fondo en novelas realistas rusas. Se abre la puerta del restaurante de "First Dates". Entra un invitado hojeando "Fortunata y Jacinta". El anfitrión lo lleva a la barra donde aguarda su pareja enfrascado en "Los pazos de Ulloa". Sobera vuelve la cara hacia la cámara. Y con ese acento de Baracaldo que Dios le dio se explica: "Esta historia de amor promete. Lee las novelas del XIX y nunca cenarás solo". 3º.- Plano de Bertín Osborne en el sofá recitando entre su generosa dentadura las "Églogas" de Garcilaso. Suena el timbre. Aparecen las Campos, dos toreros, Isabel Pantoja, Jorge Javier Vázquez, Jordi González y Mercedes Milá.

"¡Sorpresa!", gritan al unísono. "¡Te hemos traído el regalo que estabas deseando!", vociferan con grande alboroto. Le entregan ejemplares de Lorca, César Vallejo, Machado, "Las 1000 mejores poesías de la lengua castellana", los sonetos de Shakespeare y una antología de los heterónimos de Pessoa. Bertín, feliz, vuelve la cara hacia la cámara. Y con ese acento madrileño jerezano que Dios le dio se explica: "En tu casa y en la mía, nunca ha de faltar la poesía". 4º.- Plano de Alberto Chicote que irrumpe en la cocina de un restaurante blandiendo el "Quijote". Se encara con el propietario, que teclea en el móvil: "No me extraña que tu negocio sea un desastre. Deja el puto guasap y lee a los clásicos, coño". Chicote vuelve la cara hacia la cámara Y con ese acento sibilante salivero que Dios le dio se explica: "Si tus platos saben a poco, enriquécelos con el Barroco". Tengo más ideas, señor Benzo. Pero le aseguro que con las expuestas el índice de lectura subirá al menos una décima. Desengáñese: mientras no se meta mano de verdad al asunto, a poco más se puede aspirar. Suerte y al libro.

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