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Manolo Alarcón

Denuncia que algo queda

A veces en esta profesión te ponen las cosas tan a huevo que ni te las crees. Un alcalde se ofreció...

A veces en esta profesión te ponen las cosas tan a huevo que ni te las crees. Un alcalde se ofreció hace un par de semanas para facilitar copia de la querella que ese día iba a presentar contra la portavoz de la oposición. Ésta, desde hace meses, negocia con otro partido un posible asalto al sillón de la Alcaldía. Dicho y hecho. Los pormenores de la supuesta irregularidad en el pago de un sobresueldo a un funcionario llegaron a la redacción por magia de correo electrónico. Y, para que no faltaran pruebas y aquello quedara perfecto, el regidor y su letrado se dejaron fotografiar tras una cita convenida y con puntualidad en el momento de llegar al juzgado para presentar la querella -«criminal» , como a ellos les gusta decir-. En vísperas de Nochebuena nos enviaron una nota desde el gabinete de Comunicación municipal informando de la admisión a trámite de la misma... por si nos habíamos olvidado de cómo iba el asunto. Vamos, nos dieron el trabajo hecho para que hiciéramos un traje a medida a la que ya se puede dar por investigada y/o querellada y que, según le dé al juez, a la Fiscalía, a la acusación o a la defensa, puede estar con esta etiqueta de sospechosa dos, tres o cuatro años... quizá cinco. Quién sabe. Esto que les cuento, como no podía ser de otro modo, ocurrió en la Vega Baja, una comarca donde es difícil no encontrar un ayuntamiento con uno o varios políticos investigados y/o condenados. Y esta semana, en otro municipio, se anunció a la Prensa por la oposición una denuncia ante Anticorrupción contra el alcalde para aclarar si las decisiones que toma dentro de lo que es su gestión (que cada día van más por libre y no atiende a razones) son o no legales. Al final y al cabo, pensarán los denunciantes: ¿Qué mejor que un fiscal para que nos lo aclare? «A este ya le tocaba», pensé, al tiempo que me puse a pensar en los municipios de la comarca que tienen a políticos y expolíticos bajo sospecha: Bigastro, Callosa de Segura, Torrevieja, Orihuela, Dolores, Almoradí, Algorfa, Redován, Benferri, San Fulgencio, Cox, Los Montesinos, Catral... Si no he perdido la cuenta aparecen trece de los 27 y no están todos. La práctica totalidad de estos asuntos han nacido de denuncias cruzadas entre políticos del PSOE y del PP, precisamente los dos partidos que más se rasgan las vestiduras reclamando prudencia y que no exista una condena social antes de tiempo... cuando el denunciado es el suyo. Curioso.

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