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En terapia

Tipos de sordera

«Un hombre no tiene oídos para lo que no le ha dado acceso la experiencia» (Nietzsche)

Como dijo Friedrich Nietzsche, «Un hombre no tiene oídos para lo que no le ha dado acceso la experiencia». En realidad, existen muchos tipos de sordera, y su análisis resulta enormemente interesante, por varios motivos: Por una parte, porque existe una relación entre la discapacidad auditiva orgánica (motivada por causas físicas observables) y la salud mental. De hecho, las investigaciones demuestran que entre el 40% y el 50% de los niños y jóvenes sordos presentan trastornos emocionales y/o de conducta -el doble que en población general de niños y jóvenes-. Las causas pueden derivarse de carencias en el vínculo afectivo, sobreprotección parental, o como consecuencia de malos resultados educativos y dificultades laborales que bien podrían ser provocados por la propia discapacidad.

Por otra parte, existe la llamada sordera selectiva que, en niños, ocurre cuando están muy concentrados en una actividad (jugando, viendo la tv, leyendo, etc.) o cuando la información que les llega de sus padres no les interesa (peticiones para recoger, limpiar, dormir, hacer los deberes, etc.). En estos casos, las recomendaciones son emplear una voz de autoridad, sin elevar el tono; establecer contacto visual con el niño. En situaciones urgentes y puntuales será necesario establecer contacto físico (cogerle la mano, tocar su hombro); usar frases sencillas, sin ironías, y emplear un lenguaje emocional, transmitiendo los sentimientos que le generan los comportamientos de su hijo en lugar de quejarse o criticarle.

La sordera selectiva en adultos implica atrincherarse en las propias creencias, por miedo a perder el control. Volverse opaco a las opiniones ajenas, insensibilizarse. De este modo, sufriremos menos sólo en apariencia, porque careceremos de perspectiva para identificar y solventar los propios errores. Pese a ello, hemos de reconocer que genios como Beethoven o Smetana hallaron en su sordera la oportunidad para desarrollar un diálogo interior del que surgieron auténticas obras inmortales.

Por último, mencionaremos la pérdida auditiva funcional, que es aquella que tiene lugar sin que se presenten causas físicas identificables. En esta área, el conocido artista Alejandro Jodorowsky propone el uso de la «psicomagia» como método efectivo de tratamiento. De hecho, así lo ejemplifica narrando su propia experiencia: «A un hombre le operaron de un tumor en un oído. Al poco le apareció otro en el otro oído, y decidió que no quería pasar por otra operación igual. Me consultó. Interrogándole, comprendí que esos tumores simbolizaban los gritos, peleas y discusiones que oyó de sus padres. Hice una bolita de cera y se la hundí en el oído. Empecé a susurrarle dulcemente al oído que sus padres le amaban mucho, y fui a la vez extrayéndole la bolita, fingiendo ser muy costoso. La extraje. Sanó».

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