2016 ha sido sin duda el año de Miguel de Cervantes y de William Shakespeare. Ha sido un año de exuberancia académica y de una actividad cultural incesante y sin tregua. Diversos actos y diferentes eventos han tenido lugar a lo largo y ancho de nuestro mundo globalizado, donde ambos escritores son, hoy más que nunca, referentes culturales incuestionables más allá de usos lingüísticos, tradiciones y credos.

Nuestra ciudad ha sido testigo directo e inmediato de una programación variada que ha servido de revulsivo para conocer más y mejor la vida y obra de estos insignes personajes en el centenario de su muerte.

La Universidad de Alicante, por su parte y desde el primer momento, ha sido consciente de la importancia y trascendencia de la efemérides y ha sabido estar a la altura de las circunstancias, no escatimando medio alguno, para que la Comisión Cervantes-Shakespeare IV Centenario haya podido trabajar en la confección de un programa extenso, ambicioso y variado de calidad académica y de un indudable interés cultural, caracterizándose en primer lugar por ser un programa institucional de toda la universidad, en el que han colaborado distintos estamentos e instituciones.

Ha sido y dada su peculiaridad y razón de ser, un programa fundamentalmente académico que tuvo su máxima expresión en las Jornadas académicas «Cervantes y Shakespeare: Su mundo y su obra» que tuvieron lugar el pasado mes de abril y en la exposición «Cervantes Shakespeare: Dos genios universales», exhibida en la Sala Aifos del campus universitario del 2 de marzo al 29 de abril, y estando compuesta por 15 paneles divididos en tres secciones: El contexto histórico, Cervantes, hijo de sus obras y Global Shakespeare.

Hay también que destacar, por su repercusión científica, la investidura de Stephen Greenblatt, escritor, ensayista, editor, y profesor de la universidad de Harvard como Doctor Honoris Causa por la UA por sus trabajos sobre la obra de Shakespeare y de Cervantes, así como por su contribución a los estudios literarios con el nuevo historicismo y con la cultural mobility.

Además de los conciertos y de distintas representaciones como los entremeses de Cervantes y la Shakexperience con la finalidad de entretener y deleitar a un público más mayoritario, hay que hacer referencia, sobre todo, a la nómina importante de profesores como Brean Hammond, José Manuel Lucía Mejía y Barbara Fuchs, escritores como Andrés Trapiello, Alfonso Mateo-Sagasta y Alfredo Gómez Gil, y directores y actores de teatro como Eduardo Vasco, Antonio Álamo y Arturo Querejeta, que han realzado con su presencia las distintas conferencias y mesas redondas organizadas a lo largo de todo el año, cuya programación tendrá su mejor broche de oro en el acto de clausura del centenario que se celebra hoy, 21 de diciembre, en la Sala Multimedia del edificio de Rectorado y que contará con la inestimable presencia de Darío Villanueva, director de la Real Academia de la Lengua, quien, a su vez, impartirá la conferencia Cervantes, Shakespeare y las imágenes, inaugurándose después la Sala Sebold en la Biblioteca General, que estará dedicada a investigadores.

No cabría esperar mejor colofón para un año de tanta intensidad literaria y actividad académica que no acabará aquí, sino que tendrá cumplida continuidad en la cátedra Cervantes-Shakespeare que tratará de mantener vivo el legado literario de ambos autores mediante la divulgación y el estudio de sus obras, convirtiéndose en un foro de debate e investigación académica que promueva y posibilite nuevas interpretaciones críticas.

Pero más que un año de pésame y recuerdo, ha sido un año de disfrute y de celebración, tal y como todas estas actividades han puesto de manifiesto. Es más, la conmemoración de su muerte tiene su mayor sentido en el reconocimiento de su actualidad y vigencia. Cervantes y Shakespeare siguen vivos entre nosotros compartiendo nuestra condición humana a través de sus historias y personajes. Sus Quijotes y Hamlets, sus Ofelias y Dulcineas habitan entre nosotros. En alguna forma y manera también somos y vivimos como ellos.

Que lo que hemos conmemorado y celebrado no quede en el olvido. Que su presencia, sintonía y compromiso con lo humano nos acompañe siempre.