Fue Obama quien frenó el avance de las tropas kurdas mas allá del Éufrates, el avance en dirección a Alepo ante el temor que la presencia del SDF (Ejército Democrático Sirio), kurdo, despierta en Turquía. El avance habría supuesto para los kurdos el control de casi todas las regiones del norte de Siria, la frontera con Turquía. Y un conflicto importante con un miembro de la OTAN. El ejército turco entró en territorio sirio estableciendo un límite al avance del SDF hacia el oeste, evitando que se uniera con la región kurda de Afrin, limítrofe con el kurdistán turco. Rusia consideraba prioritario que el ejército sirio de Bachar el Asad reconquistara Alepo, objetivo que habría sido todavía más difícil si Turquía hubiera seguido apoyando a los rebeldes y sus aliados de Al Nusra (la versión de Al Qaeda en Siria).

Lo sucedido en Alepo parece un intercambio de territorios, con la población civil enmedio pagando la guerra: unos dejan que Turquía limite el poderío kurdo -en el interior los está reprimiendo de forma inmisericorde- y Erdogan limita la capacidad militar de los rebeldes y de Al Nusra lo que resulta decisivo para que el gobierno recupere Alepo, la segunda ciudad de Siria. De ahí el protagonismo de Erdogan y Putin en el pacto de las condiciones de la evacuación. Ahora se nota demasiado que Obama está en funciones, lo que subraya el protagonismo de la Rusia de Putin y de la Turquía de Erdogan. Será la nostalgia del pasado imperial.

Parar la III Guerra Mundial (INFORMACIÓN 10-X-2015) era el objetivo de la propuesta de Putin en Siria: coordinar las actuaciones de Rusia con Estados Unidos y sus aliados para acabar con el Estado islámico (ISIS) mediante la intervención militar directa, y la colaboración en materia de información e inteligencia, «que los aliados actúen contra el Estado islámico como lo hicieron contra el Estado nazi, una guerra con varios frentes militares y dos direcciones que colaboran entre sí para evitar atacarse mutuamente». Y la táctica parece estar dando resultado porque el ISIS está en franco retroceso. Decía entonces que aquello terminó con Alemania dividida en cuatro zonas de gobierno de los vencedores. Algo parecido puede pasar en Siria una vez que se acabe con el ISIS. Las zonas controladas por los distintos ejércitos son mas compactas y homogéneas, lo que sin duda puede facilitar un acuerdo, aunque para la unidad de Siria tendrán que pasar lustros.

En el panorama actual tras seis años de guerra está, de una parte el gobierno de Bachar el Asad que controla la zona este del país, desde el Mediterráneo, las fronteras con Líbano, Israel y Jordania. Ha resistido gracias al apoyo ruso, especialmente de la aviación; y, sobre el terreno, de Irán a través de Hezbolá , la milicia chiita libanesa, y de las nuevas milicias NDF (Fuerza de Defensa Nacional) también organizadas por Irán al margen del Ejército Sirio. En segundo lugar el bloque más homogéneo y disciplinado parecen ser los kurdos (SDF) que también han jugado un papel fundamental sobre el terreno en Irak, son los principales beneficiarios del apoyo militar norteamericano, y de sus aliados, tanto en suministros como aéreo. La tercera fuerza son los grupos rebeldes que controlan la provincia de Idlib, en la frontera este con Turquía, -que les apoya- y en algunas zonas aparecen unidos con Al Nusra -Al Qaeda en Siria- también apoyados por Arabia Saudí y Qatar. Por último queda el ISIS, que controla todavía un amplio territorio, cada vez más reducido tras la intervención directa de las grandes potencias.

La mayor incógnita es ahora el nuevo presidente Donald Trump, y hasta donde llega su afán de «Hacer que América sea grande de nuevo». Su nuevo secretario de Estado, Rex Tillerson, es muy amigo de Putin, y más amigo todavía del petróleo como presidente que es de la Exxon Mobil, la mayor multinacional del crudo. Se entenderá bien con el nuevo ministro de Energía que no se cree lo del cambio climático. El secretario de Defensa que se llama James Mattis, es un general que discrepó abiertamente de la política de Obama en Irak. La imprevisibilidad del nuevo equipo está definiéndose cada vez mas a la derecha y hacia los grandes negocios. Oriente Medio no parece el mejor campo para experimentos, ni siquiera con gaseosa, menos con petróleo y guerras.